La relajación energética tiene un origen oriental con una visión hacia el estado físico-anímico del hombre; ya que se comienza con una relajación muscular, es que superficial, donde se relaja la piel, los tendones, los nervios, el cerebro y la médula espinal; hasta llegar a abarcar los sentimientos y la mente.
“Relájate” es lo que te recomiendan los amigos; lo intentas con ejercicios, con pastillas, pero no consigues relajarte. Primero que nada; debes tomar conciencia de algunos aspectos para poder disfrutar de una vida relajada. La relajación es una técnica, procedimiento o actividad que ayudan a una persona a reducir su tensión física o mental, llevando a la calma.
La posibilidad de relajar a nivel psíquico requiere de entrenamiento; disciplinando la mente a través del movimiento del cuerpo y la respiración. Practicas como el Yoga necesitan determinación, constancia y perseverancia, para alcanzar los logros; es posible incluso liberar condicionamientos neuróticos, síntomas como la angustia, las fobias, las manías y las molestas somatizaciones (alteraciones de la salud de origen nervioso).
Relajación es aceptación
Todos estos síntomas o enfermedades, siendo agudas o crónicas; generan una incapacidad para relajarte, manifestándose en la superficie de la conciencia, que es el foco de alarma que el organismo utiliza para avisar que “algo” anda mal y que necesita de atención y reparación. De nada sirve tomar toneladas de medicamentos; si no se corrigen las causas básicas que provocan que el cuerpo humano se debilite.
Cuando no te puedes relajar, puede haber varias causas para que estés alterado y no puedas dominar tu energía; también el conjunto de vivencias dolorosas que a lo largo de la vida han impactado sobre el área de tu mente. La aceptación es una de las principales cualidades de la relajación, aceptar ser, ser con nuestros problemas, dificultades e inquietudes; resolviéndolos con la energía renovada que surge en la relajación.
Con determinación, constancia y sobre todo perseverancia se puede lograr, si, ya que nunca funciona en el primer intento; hay que transitar varios caminos, varias etapas, para alcanzar el conocimiento de nuestra mente, de nuestra energía. Potenciándonos de forma física y mental, y usarlo de manera intuitiva, espontanea e inteligente.