La presencia de robots en los quirófanos es ya algo habitual. En las últimas décadas, los avances tecnológicos en el campo de la medicina han mejorado el tratamiento de todo tipo de enfermedades, a la vez que han conseguido que las intervenciones se vuelvan menos invasivas. Como resultado, las cirugías son cada vez más efectivas y seguras, y los pacientes sienten menos molestias durante el postoperatorio y requieren menos tiempo de recuperación.
Da Vinci, el aliado de los cirujanos
La cirugía robótica en Quironsalud tiene nombre propio: Da Vinci. A través de la Unidad de Cirugía Robótica Avanzada y del sistema robótico quirúrgico Da Vinci, ahora es posible realizar cirugías de alta precisión con un nivel mínimo de invasión sobre el cuerpo del paciente.
El robot se compone de tres partes: una consola con la que el cirujano controla los instrumentos quirúrgicos, una torre de visión que está equipada con cámaras de alta definición y que permite tener una visión tridimensional del área a operar, y unos brazos robóticos que se encargan de sostener y manipular los instrumentos quirúrgicos.
¿En qué casos está recomendada la cirugía robótica?
La decisión final la tiene en todo caso el especialista, pero es común que se aplique en procedimientos que revisten una especial complejidad. Por ejemplo, cuando se debe intervenir en un área estrecha, o si hay que extirpar un tumor y se busca causar el menor daño posible al tejido sano.
La cirugía de la próstata es uno de los campos más habituales de aplicación de la cirugía con el robot Da Vinci. Para llevar a cabo una prostatectomía radical en pacientes con cáncer, basta con realizar unas pequeñas incisiones de entre 0,5 y 1 centímetro de longitud. Con ayuda de la cámara de alta precisión se puede extirpar la próstata de una manera mínimamente invasiva.
De esta forma, el paciente sufre menos molestias durante el postoperatorio, hay menos riesgo de complicaciones, y se puede reincorporar rápidamente a su actividad diaria, porque la operación con el robot aumenta la recuperación de la continencia urinaria y el control de la función defecatoria.
Otro caso habitual de uso de la cirugía robótica es el tratamiento de patologías ginecológicas. Da Vinci es capaz de realizar movimientos muy precisos en áreas que son pequeñas y estrechas, por lo que la intervención resulta menos agresiva que una cirugía abierta. Como ventajas, destaca que la paciente sufre menos dolor posoperatorio, se recupera antes y se aprecia un menor sangrado y una menor disfunción sexual.
Ventajas de la cirugía robótica
Sea cual sea su campo de aplicación, la práctica de intervenciones quirúrgicas con un robot como Da Vinci reporta beneficios tanto a los cirujanos como a los pacientes.
Este tipo de cirugía facilita la visualización de las estructuras y permite realizar giros y movimientos muy precisos que serían imposible de llevar a cabo con la mano, que siempre tiene un cierto temblor natural. Esto brinda la oportunidad de hacer intervenciones en áreas de difícil acceso y promueve el avance médico. A la vez, los pacientes sienten menos molestias y dolor, se reduce el riesgo asociado a una intervención quirúrgica, y la recuperación es más rápida que con una cirugía tradicional.