Hemos escuchado muchas veces que sudar equivale a quemar muchas calorías y así a adelgazar. Aunque esta idea está muy arraigada tiene un problema, es inexacta.
Sudar ¿es quemar grasa?
Para que el cuerpo mantenga una temperatura óptima el cerebro activa las glándulas sudoríparas de nuestra piel. En consecuencia empieza a liberar agua con azúcares, sales minerales y desechos descompuestos de los nutrientes de la comida. Cuando se evapora la humedad del sudor se lleva parte del calor bajando la temperatura del cuerpo.
Por lo tanto el sudar no significa que estas quemando más calorías. Las personas que más sudan son las más alta y grandes y las que están en forma. Asimismo puede ser cuestión de genética, costumbre o nivel de forma.
Y si así no quemamos grasa ¿cómo lo hace nuestro cuerpo?
Lo que sucede es que esta es liberada por las células grasas del cuerpo para darle más energía. El metabolismo es quien ayuda al cuerpo a descomponerla y lo hace en dos partes: ácidos grasos y glicerol. La química es que entre más energía requieras más grasa pide tu cuerpo a esas células. Es justo así por el que tu cuerpo realmente pierde grasa corporal que es muy diferente a lo que hace sudar.
Pero ¿si habrá alguna relación entre sudar y quemar grasa?
La relación es indirecta. Cuando haces ejercicio intenso elevas la temperatura y eso te hace sudar y si este es producto del esfuerzo es señal de que estas empleando mucha energía. Como consecuencia de eso tu cuerpo consumirá esa grasa para obtener esa energía.
Podemos deshidratarnos
Cuando estamos haciendo esfuerzo para hacer ejercicios debemos reponer los líquidos que hemos perdido porque podemos sufrir de una deshidratación. La deshidratación leve puede ocasionar dolor de cabeza y leve sensación de mareo. En cuanto a la deshidratación severa sus efectos pueden ser más graves. Se nubla la vista, aparece un intenso sentimiento de cansancio y necesidad de dormir y muchas ganas de vomitar. Por último puede provocar desmayos o desvanecimiento.
