Técnicas de autoayuda para superar la soledad

Técnicas de autoayuda para superar la soledad
Técnicas de autoayuda para superar la soledad

Conoce estas técnicas de autoayuda que te ayudaran a superar la soledad. Siempre existen formas de encontrar y obtener apoyos emocionales que evitan el aislamiento. Solo se trata de descubrirlas. Es una realidad innegable que, especialmente en las grandes ciudades, el quejarse de la soledad es algo compartido por miles de personas.

Y no se trata de aquellos que no tienen a nadie. Especialmente en épocas de crisis, aún tratándose de personas que viven en familia; suelen señalar que sufrirían menos si tuvieran una pareja colaboradora, si los hijos estuvieran más presentes, si los amigos no estuvieran tan ocupados.

Por otra parte, es frecuente que la soledad, entendida como la falta de pareja, tenga mala prensa. La soltería, después de determinada edad, está mal vista. Quienes ya no viven con sus hijos y enviudaron o se divorciaron; y pasan largos periodos sin una pareja estable, suelen recibir miradas piadosas.

Al mismo tiempo, ¿Cómo negar que el peor sentimiento de soledad es que se experimenta estando en compañía? Los ejemplos abundan: mantener un matrimonio insatisfactorio, asistir a reuniones donde uno se siente un completo extraño; trabajar en empresas multitudinarias en las que no existen vínculos personales amistosos.

Técnicas de autoayuda. Estar solo no es lo mismo a sentirse solo. En el primer caso, se trata de una circunstancia física; en el segundo, de un sentimiento subjetivo
Técnicas de autoayuda. Estar solo no es lo mismo a sentirse solo. En el primer caso, se trata de una circunstancia física; en el segundo, de un sentimiento subjetivo

Estar solo no es lo mismo a sentirse solo. En el primer caso, se trata de una circunstancia física; en el segundo, de un sentimiento subjetivo. Es útil conocer la diferencia, para no caer en confusiones que aumentan el sufrimiento emocional; e impiden apreciar los aspectos creativos de la soledad.

Descubrir nuestros soportes es una de las mejores técnicas de autoayuda para disfrutar no de la soledad, sino de nuestro mundo privado

Tal como lo señala el filósofo Jeffrey Kottler hay muchas razones por las que se hace difícil estar solos. Algunas de ellas son biológicas: tenemos una cuota de instinto gregario. En el reino animal, la seguridad del rebaño es la que evita el exterminio; una oveja sola esta expuesta a los lobos, pero dentro de la manada se siente a salvo.

De todas formas, lo que sigue siendo determinante es poder estar solo sin sentirse aislado, desconectado del mundo, desamparado. Es lo que Kottler reivindica como las virtudes del mundo privado.

Todos disfrutamos de un mundo privado, intimo, que no compartimos con los demás. Más aun, necesitamos esa privacidad. Y esto bien lo saben quienes viven presionados por las exigencias de una familia numerosa.

Para encontrar y apreciar las ventajas que depara el estar a solas con uno mismo; es necesario tener conciencia de que contamos con una red de apoyo y soportes emocionales, a la que podemos acudir cuando la soledad nos genera ansiedad, aburrimiento, confusión y angustia.

¿Quiénes componen nuestra red de apoyo?

Básicamente, las personas que nos quieren, que están cuando las necesitamos y harán lo posible por ayudarnos si se lo pedimos. El matiz inteligente que se requiere consiste en saber que no todas las personas que nos rodean están capacitadas para responder a cualquiera de nuestras necesidades indiscriminadamente. Habrá, por ejemplo, una amiga que siempre esta dispuesta a a prestarnos dinero, pero que jamás nos acompañaría al médico, porque no le gusta los hospitales.

Nos viene bien darnos cuenta de que eso es solo ilusión: necesitamos a los demás, y siempre tenemos a quien acudir. Una de las primordiales técnicas de autoayuda
Nos viene bien darnos cuenta de que eso es solo ilusión: necesitamos a los demás, y siempre tenemos a quien acudir. Una de las primordiales técnicas de autoayuda

También tenemos al esposo fantástico para resolver ciertos temas prácticos, pero quizá no sabe calmarnos con un mimo si estamos desbordados de angustia. Conviene hacer una lista de las distintas carencias y ver a quien podemos recurrir en cada caso. Es un gran trabajo de autoconocimiento, que a veces resulta incómodo porque puede contradecir nuestra propia imagen de Superman o mujer maravilla. Nos viene bien darnos cuenta de que eso es solo ilusión: necesitamos a los demás, y siempre tenemos a quien acudir.

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