El tema de los individuos transgénero aún es un tabú, sorprendentemente en el siglo XXI, donde ya temas como el sida se ha debatido de forma abierta, esta condición de género aún es intolerable para la sociedad, está a la orden para ser fuente de discriminación y estigma social, ya que esta es la que determina lo que es adecuado o no para la asignación que diferencia ambos sexos, lo que demuestra una vez más la poca capacidad del ser humano para adaptarse a lo diferente.
Un individuo transgénero, es simplemente alguien que nació con un sexo físico determinado pero emocionalmente no se siente cómodo con su fisionomía, interiormente se siente perteneciente al sexo opuesto, es decir, si nació varón se siente más cómodo como hembra, y viceversa.
Pero es importante diferenciar al término orientación sexual del término identidad de género, ya que comúnmente se suele caer en el error de confundirlos al identificar o señalar a un individuo transgénero. La orientación sexual es la define su preferencia sexual, y los clasifica como heterosexuales, homosexuales y bisexuales; por otro lado la identidad sexual, es aquella que define la satisfacción física del cuerpo del individuo con el sexo con el que nació, es decir aquellos que sienten que nacieron con el sexo equivocado, así a este término pertenecen los transgénero.
Aun no existen estudios que determinen con exactitud que ocasiona esta condición, si puede ser genético o mental, pero se ha observado que las señales se destacan desde la niñez, y un individuo transgénero siente mucha infelicidad al no poder expresar su verdadera sexualidad. Las personas transgénero aceptan y están conformes cuando aceptan su verdadera identidad pero no necesariamente se convertirán en transexuales, para ser transgénero no hace falta operarse. Aquellas personas que pasan por el proceso de conversión de género, ya sea de hombre a mujer o de mujer a hombre lo hacen mediante hormonas, el bloqueo de testosterona y dosis de estrógeno, y si desean incluso cambiar sus genitales por la cirugía, según sea el caso.
A las personas transgénero se le asignan socialmente diversas categorías, transexuales como he explicado antes se someten a procesos quirúrgicos para el cambio de sexo; los travestis se visten con ropa del sexo opuesto sin embargo se sienten cómodos con su cuerpo, por lo que no necesariamente se identifican al 100 % con ese género, por lo que disfruta una vida calificada como doble; la androginía, son personas que exhiben los rasgos de ambos sexos, poniéndolos en un género intermedio. Drag Queens y Drag Kings, son aquellos gay y lesbianas que se visten a medio tiempo como mujer o como hombres respectivamente ya sea por diversión o trabajo, es decir son aquellos que se crean un personaje basado en su orientación sexual.
El proceso de reasignación de género o sexo no es fácil psicológicamente por lo que es indispensable contar, además de la ayuda médica, con un apoyo psicológico, y como en todo proceso de transición el apoyo familiar.
En la actualidad, ya no es tan común que estas personas se mantengan a las sombras, con el tiempo han aceptado salir a luz y mostrarse sin remordimiento. Son varios los personajes públicos que han asumido su estado. El caso más sonado este año es del exdeportista y medallista olímpico Bruce Jenner, quien después de vivir una vida a las sombras, ahora decidió aceptar lo que sentía y se convirtió en Caitlyn Jenner. La hija de la cantante Cher, se convirtió de hombre a mujer, mediante cirugías y tratamientos hormonales, identificándose como Chaz Bono.
Con el escándalo generado en Miss Canadá por la participación de la transexual Jenna Talackova en 2012, Donald Trump decidió que desde 2013 Miss Universo admitiría participantes transgénero, a pesar de la inconformidad generada en la sociedad. Lo cual demuestra la vigencia que está tomando el tema en la actualidad, sin embargo aún falta mucho para que la sociedad pueda aceptar este tema con amplitud y acabar con la discriminación hacia este “sector” y lo consideren parte activa de la misma.