Ya paso el fin de año y es excelente el momento para que tu cerebro se centre en lo que quieres lograr este año. Por lo que al dedicarle tiempo reflexionando e incluso anotando nuestros objetivos el cerebro se involucrará más en el proceso. En cierta forma le pides ayuda a tu cerebro; por lo que se convierte en tu mejor aliado para la consecución de esos objetivos.
Según los expertos lo que mejor funciona es entrenar las partes del cerebro responsables de vincular las emociones positivas a los nuevos hábitos y adaptarse a nuevos comportamientos.
Veamos algunos consejos que apoyen el cambio positivo y el avance a sus objetivos.
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Tu cerebro. Anota los propósitos en un papel
En una libreta dibuja dos columnas. A la izquierda escribe los pensamientos negativos sobre ti. En la columna de la derecha escribe su opuesto. Al terminar lee la lista de los pensamientos y propósitos positivos. Según un estudio al poner por escrito tus objetivos las probabilidades de lograrlos aumentan en un 42%.
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Evita el hábito de pensamientos negativos
Piensa en la cantidad de energía que se necesita para alimentar los pensamientos negativos. De hecho, con tanta energía que se gasta en ellos lo mejor es apartar los pensamientos contraproducentes y de esta manera todo te ira mucho mejor.
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Concéntrate en lo que puedes controlar
Concéntrate en las posibilidades del futuro en lo que puedes hacer aquí y ahora. Por otro lado, no gastes energías en cosas que no puedes controlar.
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Has un horario semanal y cúmplelo
Has un horario semanal e intenta cumplir las actividades diarias convirtiéndola en una rutina. Deja que esa rutina haga el trabajo por ti.
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Hazle saber a tu familia de tus objetivos
Tu familia puede y querrá ayudarte en lo posible en tus expectativas.
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Si tienes que decir “no” dilo
Dile “no” a todas esas solicitudes de los demás que nos quitan tiempo y espacio necesario para cuidarnos mejor y evitar el cansancio.
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