Vodka, de Rusia con amor

Vodka
Vodka

Vodka, incoloro, inodoro y sobre todo inolvidable, es un licor con mucha tradición y mucho futuro. Por se una bebida que se mezcla con facilidad suele estar presente en donde quiera que haya sed de pachanga. En forma de coctel multicolor, adornado con sombrillitas o acompañado con aceitunas.

Aunque los polacos se adjudican la paternidad de esta recia bebida, la idea general es que nació en Rusia cerca del siglo IX D.C; aunque su bautizo oficial en ese país no se llevo a cabo sino hasta el siglo XIX D.C; su nombre derivado de la palabra rusa “voda” que significa agua. Y la lógica castellana nos dice que la letra K se agregó para alejar a esta noble bebida de la mala palabra que tiene el mismo sonido “boda”.

Vodka del estomago

El vino se hace con uvas. El tequila con agave. El sake con arroz, pero ¿y el Vodka?, realmente varia. Puede hacerse de diversos productos agrícolas como la papa, el arroz, la melaza, o diversos granos. Independientemente de su ingrediente principal, luego de destilarlo dos veces, de depurarlo con filtro de carbón y diluirlo en agua (para evitar que resulte mortífero), su sabor se vuelve muy sutil.

Vodka
Vodka y sus diferentes mezclas

Y es esto lo que le da la capacidad de ser mezclado. Por otro lado, últimamente también se elabora con esencias de frutas o hierbas para darle un gusto más fuerte. Aunque esto en realidad parte de una exitosa campaña de mercadotecnia, la idea es más bien antigua, pues solía prepararse así hace muchos siglos.

De cualquier manera, los expertos recomiendan que se tome helado, sin esencias adicionales y sin mezclar. Que no es lo mismo tomarlo solo, ya que también recomiendan que se tome en compañía de los seres queridos. Esto último se debe a que en Rusia es prácticamente obligatorio hacer un brindis antes de degustarlo.