Comienzo del amor… parte I

Comienzo del amor
Comienzo del amor

Comienzo del amor; primero amistad y luego amor. Tal vez esa sea la clave perfecta para que los sentimientos perduren durante muchos años.

Amor cuatro letras muy naturales, no obstante, para redefinir este concepto; que ha sido desde siempre una fuente infinita de filósofos y poetas; la tarea no es tan sencilla, pues el término tiene que ver con emociones; sentimientos, actitudes, conductas, juicios personales y mucho más. Por ende, conviene no meternos en tantos líos y veamos simplemente como vivimos el amor, cómo lo sentimos, y como se traduce en comportamientos.

Comienzo del amor
Comienzo del amor…relaciones personales

Esa sensación de amar nace frecuentemente del agrado que se siente luego de que entra en acción todo un complejo sistema químico que se inicia en el cerebro. Una gran cantidad de sustancias tales como endorfinas, noradrenalina, dopamina y otras, nos inducen esos estados de bienestar de diversa intensidad.

Estos estímulos motivan enérgicamente acercamiento o no. En un principio, en la etapa de enamoramiento, el estado anímico es muy agradable. Se hará hasta lo imposible para convivir. En este período se tiende a idealizar, lo deseado comúnmente es más fuerte que la misma realidad.

Progresivamente, se comienza a ver un grado mayor de conciencia en donde se advierten más claramente defectos e incompatibilidades de la pareja y vienen irremediablemente inconformidades y desavenencias, pues también la tolerancia suele disminuir.

Comienzo del amor, y sus modificaciones en el tiempo.

El experimentar el amor va teniendo modificaciones. ¿Quién se beneficia del amor? Conscientemente o no, la experiencia del amor embarga con sus bondades, o lo que se derive de él, a sus protagonistas. Las ganancias son diversas: afecto, gratificación sexual, compañía, apoyo, protección, solidaridad, entre otras.

Muchas veces se busca el amor para ser amado, se es codicioso, el beneficiado es quien lo recibe; o, por el contrario, hay quienes obtienen su satisfacción en mayor medida por la necesidad de dar amor.

Estamos hablando del amor benevolente, de aquel que busca el bienestar más del otro que el propio. Una combinación es el codicioso-benevolente, aquel que tiene la firme convicción de que tan maravilloso es dar como recibir. Continua…