La diferencia entre admirar a alguien y tenerle envidia no es tan grande como se pensaría. Pues el punto de admirar significa que esa persona puede ser un ejemplo de superación y motivación; sin embargo, tenerle envidia sería desear que no le vaya bien.
Las buenas energías que le deseamos a una persona pueden devolverse en doble de cosas positivas a cada uno. Y eso ocurre exactamente igual cuando los pensamientos hacia determinadas personas son malos.
En algunos casos se ha dicho que el secreto de la felicidad está en la mente de cada quien; por ello, se recomienda siempre enfrentar la vida con la mejor actitud posible ante las diferentes situaciones y personas que se puedan conocer durante el día a día.
Admirar no es adular
El hecho de admirar a alguien no supone adularlo, tampoco quiere decir que esa persona pueda ser mejor que uno mismo. Pues aunque en el mundo actual admirar a una persona pueda resultar un tanto extraño, es una tarea que se debe buscar; la admiración es señal de superación personal.
Cuando se admira a alguien de verdad sus logros alegran y suponen una inspiración para lograr los objetivos propios de cada quien. Por ello dicen que hay que admirar a las personas que inspiren a ser mejor, pueden ser amigos, familiares o incluso celebridades y figuras sobresalientes.
Ser mejor cada día como persona
El admirar a alguien no supone un reto de tener que ser mejor que esa persona; simplemente es esa inspiración que puede servir para esforzarse más a conseguir objetivos propios para ser feliz.
No se trata de buscar reconocimiento en los demás, se trata de ser mejor cada día como persona. El mundo actual requiere de gente que crea y defienda sus sueños, que trabaje por ellos y luche para conseguirlos.
[su_quote]La empatía hacia los demás permite atraer cosas positivas y rodearse de gente que brille con luz propia; lejos de los miedos y las inseguridades. Dejando de lado las envidias y los rencores, simplemente tratando de ser feliz.[/su_quote]
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