Arranca con la mayor rapidez, cómo maximizar el poder de tu sprint. Medio paso puede ser la gran diferencia. Safe o out, touchdown o incompleto. Escape perfecto o tobillos mordisqueados. Para sacarle el mayor provecho a cada zancada, pon en practica estos consejos.
El sprint es una excelente alternativa para reducir peso y destrozar el estancamiento de nuestra rutina de ejercicios. Este ejercicio implica piques, es decir conseguir la velocidad máxima personal por un período corto de tiempo.
Este es un ejercicio que mueve definitivamente todos los músculos de tu cuerpo. Cada sesión se consigue hacer en menos de 5 minutos, que está observado como el ejercicio más completo.
Antes de empezar, imagina que tu cara está hecha de gelatina. Esto ayuda a mantener el cuerpo relajado, lo cual te permitirá superar a cualquier cosa que tenga dos piernas.
Arranca con la mayor rapidez, sigue estos valiosos consejos:
Juega el ángulo: inclínate de unos 50 a 60 grados cuando empujes el arrancar con tu pierna dominante. Esta posición baja te va a mantener lo más aerodinámico posible al comienzo. Cambia a una posición erguida en los primeros 10 metros de tu carrera.
Mueve los brazos: comienza con hacer los hombros hacia atrás. Mantén los brazos en un ángulo de 90 grados; muévelos de manera que las manos vayan de la cadera a la barbilla. Imagina a tus manos rozando los bolsillos. No deben atravesar tu cuerpo.
Mantente erguido y fuerte: el pecho y los hombros no deben moverse. Corre con la parte superior ligeramente inclinada hacia adelante. Esta es la posición más efectiva durante el sprint. No voltees hacia atrás hasta que hayas llegado a la meta.
Entrenar de esta manera requiere de poco tiempo y logra ser apreciado como un adiestramiento completo. Igualmente, se lo consigue ajustar con otras rutinas. Lo perfecto seria ejecutarlos entre una y tres veces por semana, en series de ocho a diez sprint.
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