La ansiedad es un estado que todos sentimos en un momento dado a lo largo del día, si sabemos de ese estado de malestar porque no querer ayudar a una persona con ansiedad. La ansiedad produce inquietud, nerviosismo a puntos de no queremos experimentar.
Dejar la ansiedad atrás no siempre suele ser fácil, y para quienes la han sentido lo sabrá. Imagina entonces que otra persona está pasando una crisis de ansiedad y esa persona nos importa. Seguramente querrás ayudarle y lo mejor es saber cómo.
Ayudar a una persona con ansiedad
El estrés y la ansiedad son habitual en ciertos niveles y momentos. Pero cuando esto se eleva llega a desbordar a la persona de una forma sorpresiva. Es allí donde se suscitan las crisis de ansiedad, acompañadas de pánico y malestares que van desde mareos, dolor en el pecho, sudoración, taquicardia, palpitaciones hasta sentir que se pierde el control del mismo cuerpo.
Para ayudar se debe intentar reducir el malestar más importante que es la respiración, esto controlándola. Haciendo consciente a esa persona de su respiración y que la regule a un ritmo normal, consíguelo invitándolo hacer respiraciones profundas. Esto es más eficiente que pedirle que se calme pues le puede causar agobio.
También se le debe brindar espacio a la persona afectada por la ansiedad. No significa dejarlo solo, pero no rodearlo durante una crisis ya que lo haría sentir asfixiado, agobiado y nervioso. Además si estas en la posición de quien ayuda no caigas en un estado de nerviosismo también, es necesario conservar la calma.
Ese estado de ansiedad va a pasar y se le debe decir a la persona que lo sufre, ya que en ese momento está sintiendo que muere. No es así, las crisis de ansiedad no ponen en peligro la vida. Pero si son recurrentes lo mejor es sugerir que busque ayuda profesional.
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