Las lesiones en el pie pueden ser muy frecuentes, leves o graves y pueden requerir la colocación de un yeso. Sin embargo, existe una excelente alternativa: la bota Walker. Esta bota no solo hace que la lesión se cure más rápido, sino que te sentirás bien y cómodo usándola.
Si quieres conocer más detalles de la bota, estás en el lugar correcto para ello en caso de que sea necesaria.
¿Qué son botas Walker?
Las botas Walker son férulas ortopédicas que, al usarlas, permiten que el movimiento del tobillo esté controlado. Todo ello, gracias a que son unas botas ajustables y también muy cómodas. Con estas botas, en caso de tener lesiones en el pie, podrás recuperarte mejor y más rápido. Por supuesto, según las indicaciones que dé el médico terapeuta.
Función de las botas Walker
La función principal de las botas Walker es la de contener la extremidad inferior si sucede alguna lesión que requiera inmovilizar la zona, esguinces fuertes; e incluso, si hay una fractura. Para muchos, las botas Walker son la perfecta sustituta del yeso.
La utilización de esta bota, también depende de la gravedad de la lesión, debido a que, en situaciones leves, no es necesario, al menos que el médico tratante lo indique.
Esta recomendada para los casos de fracturas de pie o de tobillo, fractura de los metatarsos y esguinces graves de tobillo.
Nota: estas botas son un soporte que ayuda a la movilización del tobillo, según el diagnóstico y la magnitud de este. Si es una fractura, se necesita que tanto el pie como el tobillo estén inmovilizados para poder reducir el edema. Luego se debe mantener inmovilizada la zona por alrededor de 4 o 6 semanas; según el médico lo indique.
Tipos de botas Walker
Existen diferentes tipos de bota Walker, las cortas y las largas; y cada una debe usarse según el tipo de lesión que se tenga.
Por ejemplo, para las lesiones del pie se recomienda usar la corta. En cuanto a la bota larga, para lesiones en el tobillo, peroné o tibia.
¿Es posible solicitar la Bota Walker a través de la Seguridad Social?
Esta es una de las preguntas que muchas personas se hacen y la respuesta es sí. La bota se puede solicitar de dos maneras diferentes.
A través de una Ortopedia:
El lesionado puede adquirir la bota directamente en una ortopedia como Ortopedia para ti, y luego en la Seguridad Social solicitar el reintegro de una parte del costo. Sin embargo, para esta opción se necesita:
- Ir al médico y que este remita al lesionado directo al especialista.
- Receta donde se detalle que el lesionado requiere la bota Walker.
- Tramitar el reintegro de la bota a través de la Seguridad Social.
Directo en la Seguridad Social:
Pedir a un especialista de la Seguridad Social la receta de la bota. Al tener la receta, se puede acudir a una ortopedia que esté correctamente calificada para surtir los productos que provengan de la seguridad social, y después hacer la cancelación de la diferencia.
Ventajas del uso de botas Walker
El uso de la bota Walker tiene muchas ventajas, por lo que muchas personas y especialistas la recomiendan.
- Acelera la recuperación de la lesión que tenga el paciente.
- Ayuda a evitar pérdida de tono muscular (esta pérdida ocurre cuando la persona pasa largos periodos de inmovilización).
- Permiten que pueda ser retirada parcialmente con el fin de rehabilitar la musculatura de la mejor manera posible.
- Gracias a que puede retirarse, también permite que se mantenga una correcta higiene y limpieza. Además, para casos donde se requiera hacer la cura de alguna herida.
- Son unas botas cómodas y permiten que el lesionado se movilice mejor que al usar un yeso.
- Protege adecuadamente la zona que se encuentre afectada.
¿Qué tomar en cuenta antes de usar una bota Walker?
Es muy importante que la persona lesionada conozca qué se debe tomar en cuenta antes de utilizar una bota Walker. No obstante, es aún más importante, seguir las indicaciones del médico especialista para su adecuada utilización y comodidad el tiempo que requieras usarla.
Algunas recomendaciones para su uso, son:
- Elegir la bota que sea de la talla adecuada.
- Al usar la bota, el peso debe ir sobre el talón, no en la punta del pie.
- Con cada paso que se da con la bota, es necesario que el talón gire 90°.
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