Cáscara de granada: propiedades beneficiosas a la salud

Cáscara de granada: propiedades beneficiosas a la salud

La granada es conocida por sus múltiples propiedades y beneficios que puede aportar a la piel; pues es un antiinflamatorio y antibacteriano de origen natural muy potente. Lo que pocos conocen es que su cáscara como en el caso de otras frutas y verduras también puede ser muy buena para la salud.

Hasta ahora los beneficios de la cáscara de granada habían sido un tanto desconocidos y por ende ésta siempre era desechada. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que al igual que las semillas de la fruta; su concha también puede ayudar a mantener la buena salud de las personas.

Propiedades de la cáscara de granada

Se utiliza comúnmente para tratar problemas relacionados como la artritis y la artrosis; esto se debe a que la cáscara de granada tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Además de que gracias a esto también se utiliza para aliviar los síntomas de la gripe o las infecciones en la garganta.

Se recomienda su consumo de manera constante, especialmente si las personas se encuentran enfermas. Esto se debe a que ayuda a aumentar las defensas y por ende la capacidad de respuesta del sistema inmune ante posibles amenazas.

Se recomienda su consumo para mujeres que han pasado por la menopausia; pues la cáscara de granada ayuda a que el los huesos puedan absorber mejor el calcio y por ende bajar las probabilidades de sufrir enfermedades como osteoporosis.

Cáscara de granada: propiedades beneficiosas a la salud
Cáscara de granada: propiedades beneficiosas a la salud

Preparar cáscara de granada

Se recomienda consumirla de dos maneras para poder aprovechar al máximo sus nutrientes. Una de ellas es en té; allí solo es necesario ponerlas en un recipiente con agua y dejar que hiervan por espacio de 10 minutos. Luego se pasa por un colador y se le agregan unas gotas de zumo de naranja y miel para mejorar el sabor y ya estuvo.

Para consumirlas en polvo primero es importante dejarlas secar. Se deben colocar en un espacio abierto donde puedan recibir un poco de sol; esto de manera que puedan perder toda el agua. Luego se machacan en un mortero de cocina de manera constante hasta que se conviertan en polvo fino.

Luego este polvo puede ser incluido en las mascarillas o diferentes productos de belleza; de esta manera sus propiedades entraran directamente en la piel.

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