Al colocarse en manos de profesionales cualificados para hacerse cargo de la salud o incluso de su vida de una persona, es normal pensar que todo procedimiento médico debería transcurrir dentro de ciertos parámetros de seguridad. No importa si está esa advertencia de por medio sobre los posibles riesgos que implican someterse a tal o cual tratamiento, por lo general tratamos de programarnos para esperar los mejores resultados y desde luego, la mejor atención por parte del personal responsable. Es por ello que, cuando se da un escenario de negligencia o mala praxis, ser embargados por un absoluto sentimiento de confusión o consternación es la respuesta más habitual y de allí, que pocos sepamos qué hacer o cómo lidiar con tales eventos.
Lo cierto del caso es que la mala práctica médica es mucho más común de lo que se piensa y de hecho, es países como Estados Unidos, figura como la tercera causa de muerte sólo después de las enfermedades cardíacas y el cáncer.
Si bien en España estamos un poco lejos de éstas estadísticas, el error médico no es precisamente algo ajeno dentro del sistema sanitario público ni privado. Realidad que nos invita a pensar que tener la información necesaria para solicitar una indemnización por negligencia médica en caso de necesitarlo, nunca está de más.
Entendiendo que si has llegado hasta aquí es porque podrías estar considerando iniciar una demanda por negligencia médica, en este artículo te contaremos algunas consideraciones que debes tener claro antes de involucrarte en un proceso legal de este tipo.
¿Qué se entiende por negligencia médica?
En el ejercicio de toda profesión existen riesgos asociados, pero cuando ésta implica la salud o la vida de una persona, estamos ante un tema que no debe ser tomado a la ligera. Una negligencia médica engloba cualquier acción errónea por parte de profesionales sanitarios que tenga como consecuencia una lesión, perjurio o deceso de un paciente.
Sin embargo, probar este tipo de errores no siempre resulta tan sencillo, haciendo necesario acudir a profesionales en este ámbito, específicamente un abogado especialista en negligencias médicas. Éstos serán quienes basados en sus conocimientos sobre la ley y cierto dominio de términos médicos, buscará demostrar que durante un diagnóstico, tratamiento o intervención quirúrgica hubo uno o varios de los siguientes supuestos:
- Diagnóstico equivocado
- Error en la aplicación de anestesia
- Atención inoportuna o a destiempo
- La negación de un tratamiento médico
- Discriminación por raza, credo, religión e ideología
- Errores u omisiones quirúrgicas
- Error en la aplicación de un tratamiento médico
- Administración de dosis inadecuadas
- Falta o manejo inadecuado de material médico o equipo médico
- Alteración o falla en los registros médicos
- Lesiones durante el parto o de nacimiento
- Muerte cerebral a consecuencia de una intervención quirúrgica
- Muerte injusta.
Ahora bien, iniciar una demanda por negligencia médica en contra de un profesional médico o centro sanitario puede convertirse en un proceso largo, tedioso y complicado en muchos aspectos. En caso de tener la firme convicción de entrar en un litigio de este tipo, es preciso que se pueda probar:
- Que el paciente sufrió daños a manos del demandado: de tipo físico, económico, moral o de cualquier otra índole.
- Que ciertamente existió negligencia: por parte de algún personal médico, en el transcurso del diagnóstico, tratamiento o intervención de un paciente.
- Que los daños ocasionados son a consecuencia de la negligencia: específicamente debe haber una relación causa-efecto entre la negligencia médica y el daño ocasionado.
Esto quiere decir que de haber sospecha o certeza de una mala praxis, pero sin que ésta haya ocasionado daño alguno al paciente, queda totalmente descartada la viabilidad de una demanda o solicitud de indemnización por este motivo.
Lo que debes considerar antes de iniciar una demanda por negligencia médica
Algo que se debe tener muy en cuenta a la hora de iniciar una demanda por negligencia médica, es que así como de un lado se genera una acusación, la contraparte también iniciará un procedimiento de defensa. Por norma general, tanto centros sanitarios como privados cuentan con un equipo legal que se haga cargo de tales asuntos, con el objetivo de garantizar la integridad de su personal.
Esto como mencionamos, podría dar pie a una batalla legal bastante larga. No obstante, con la asesoría de profesionales adecuados y la certeza de tener la razón, todo esfuerzo podría traducirse no sólo en beneficios económicos y/o morales para el demandante, sino también en la tranquilidad de evitar que eventos similares le ocurran a otras personas.
También es relevante saber que el procedimiento de denuncia por negligencia es distinto en caso de que ésta haya ocurrido en un centro sanitario público o privado, y es allí dónde recae la importancia de la experiencia del abogado que se elija. Por otro lado, también es necesario que éste domine terminología médica, así como algunos conocimientos en procedimientos de carácter médico y esencialmente, especialista en litigios o acuerdos por negligencia.
Por último, es importante tener presente los plazos para la presentación de una demanda por negligencia, los cuáles también varían de acuerdo al entorno donde haya tenido lugar. En caso de haber sido víctima de mala praxis en un hospital público, este o sus familiares disponen de un año para presentar la demanda. Mismo tiempo que aplica para reclamar a una aseguradora de responsabilidad civil del hospital. Caso contrario ocurre en centro de salud privado, dónde el plazo para la reclamación se extiende a 5 años.
Esperamos que, conociendo las bases fundamentales para la viabilidad de una demanda por negligencia médica, te sea más sencillo tomar la decisión de iniciar o no este proceso. Eso sí, como siempre, te recomendamos asesorarte con los profesionales idóneos, en este caso en el ámbito legal, de manera de considerar pros y contras a los que te enfrentarías durante lo que dure tu caso en litigio.
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