Cómo manejar el estrés en los niños

El estrés en los niños
El estrés en los niños

Manejar el estrés en los niños, es un mal de la sociedad actual. Es importante considerar algunos aspectos. El estrés infantil es un compendio de respuestas del organismo desde el punto de vista biológico y psicológico.

Durante algunos eventos que el infante no consigue controlar o comprender. Originando un desequilibrio, manifestándose en una respuesta adaptativa, o mantenerse en el tiempo. También puede inducir a la aparición de síntomas o diversas patologías.

Aquí radica la importancia de que los padres y adultos, se mantengan atentos a los indicadores. Con el  propósito de advertir este padecimiento en sus hijos.

Causas del estrés en los niños

Ambiental: sonidos destemplados, mezcla de estímulos al mismo tiempo (televisión, radio y personas conversando), presenciar conflictos, interrupciones abruptas del sueño.

Familiar: alejamiento de los padres, viajes, mudanzas, maltrato físico y/o psicológico. Nacimiento de un hermanito, pérdida de un ser querido, altercados en el hogar, un accidente.

Escolar: exigencia superior a las capacidades reales del niño, cambio de escuela, exámenes, maltrato físico y/o psicológico por parte de maestros o compañeros, rendimiento menor a sus compañeros.

Particulares: ritmo de vida apresurada, rutinas inestables y estresores estructurales. Las modificaciones y adaptaciones de los niños, deben tener un proceso considerando las distintas etapas de su crecimiento.

Como manejar el estrés en los niños

El primordial elemento para manejar o evitar el estrés en los niños es tratando de controlar el estrés propio de los adultos. De este modo lograrán entregarse como un modelo sano y saludable para sus hijos.

Estrés en los niños, reflejo del estrés de los padres
Estrés en los niños, reflejo del estrés de los padres

La actitud positiva de los padres para hacia los hijos es esencial. La paciencia, el amor, el ocio en familia, tiempo de calidad junto a ellos. La forma de afrontar y solucionar situaciones, la aceptación de los hijos tal como son. Son herramientas fundamentales cuando se desea beneficiar el sano desarrollo del niño y su autoestima.

Cuando los niños sienten miedo, ansiedades y angustias, precisan sentir que pueden contar con la seguridad y la confianza que los padres ofrecen. Hacer tiempo para que se le pase solo, es enseñarle a esconder sus emociones y predisponerlo a que las mismas aparezcan luego sin causa aparente.

La afectividad de los padres y la manifestación de amor hacia sus hijos serán claramente proporcionales a la capacidad de aprender y enfrentar los desafíos de la vida que ellos desarrollen.