Hoy en día, existen múltiples factores que hacen que adoptar el hábito de mantener una alimentación saludable sea todo un desafío. En primera instancia y por nombrar algunos, tenemos el modelo frenético de vida actual que llevan algunas personas, el cuál en cierta forma limita la cantidad de tiempo que se le dedica a establecer buenas rutinas alimenticias.
Seguidamente, pasamos por el exceso de alimentos procesados a los que se tiene acceso y que gracias al punto anterior, casi siempre se convierte en la alternativa elegida por la gran mayoría. Por último, no podíamos dejar de mencionar las tendencias alimentarias y de pensamiento que se promueven diariamente a través de contenido multimedia o redes sociales, muchas veces, de manera muy irresponsable sobre lo que es bueno o malo a nivel nutricional para una persona.
Este último punto, es quizás el que mayor alarma nos genera, pues de acuerdo a una perspectiva, la simple sugerencia que se le haga a un individuo de contratar un nutricionista, puede ser motivo de señalamiento, condena o de la popular “cancelación”. Y es que, desafortunadamente, estamos acostumbrados a asociar la figura de este profesional sanitario con el mantenimiento estético y/o superficial de la figura, cuándo la realidad es que su rol tiene mucha más importancia y repercute directamente en la salud integral de todo ser humano.
En este sentido, hemos decido en esta oportunidad, aclararte en qué consiste a ciencia cierta la práctica de ésta especialidad y cuándo es necesario acudir a un nutricionista.
¿A qué se dedica un nutricionista?
Lejos de toda creencia popular, la función de un nutricionista no está estricta y únicamente vinculada a la pérdida de peso corporal. Si bien su área de especialización se centra en la alimentación, dietética y nutrición humana, su rol es el de guiar a sus pacientes en la adopción de correctos hábitos alimenticios que satisfagan de manera efectiva sus requerimientos nutricionales. Todo esto, con el objetivo de que puedan gozar de una mejor calidad de vida, prevenir enfermedades y desde luego, aprender a comer a gusto pero de forma saludable.
¿Cuándo es necesario acudir un nutricionista?
Toda persona prácticamente desde que comienza a ingerir alimentos puede visitar un especialista en nutrición por la simple necesidad de aprender a comer bien. No obstante, a medida de que vamos creciendo el impacto de algunos factores físicos, personales, emocionales, mentales y/o culturales, puede ayudar con el desarrollo de condiciones que incrementan la necesidad e incluso, le otorgan un carácter de obligatoriedad al hecho de acudir a un nutricionista.
Claro que, antes de hacerlo, siempre debemos considerar que esta acción genera un compromiso en el cuál, progresivamente, se deberán pasar por diversos cambios que implicará hacer alarde de altos niveles de disciplina, constancia y dedicación.
Ahora bien, debes evaluar acudir a un nutricionista cuándo se presenta uno o varios de los siguientes escenarios:
1. Se busca establecer un régimen alimenticio adecuado
Olvídate de las dietas recomendadas que les funcionaron a terceros, comenzar planes alimenticios de acuerdo a tus gustos personales o incluir suplementos dietéticos para aumentar o disminuir el apetito. Los regímenes alimenticios deben ser personalizados en función a cumplir los requerimientos nutricionales de cada paciente. No importa si tu objetivo es perder, ganar o mantener peso, son los nutricionistas quienes tiene los conocimientos y la práctica para indicar cantidades, frecuencia o combinación alimenticia que te ayude a alcanzar tus metas.
2. Se inicia una práctica regular de ejercicio con cierto nivel de intensidad
Nuevamente, con independencia de cuáles sean tus objetivos al momento de inclinarte por iniciar con alguna actividad física de leve, mediana o alta intensidad, la nutrición deportiva te ayudará a encontrar el balance de consumo calórico necesario para cubrir esa demanda energética adicional.
3. Se padece de algún trastorno alimenticio
Los trastornos de la conducta alimentaria son condiciones que se desarrollan al fijar una postura generalmente extrema relacionada al peso corporal, la talla o figura y la ingesta de cantidades de comida. Aunque en este punto, es probable que también se requiera de un acompañamiento psicológico, el aporte del nutricionista es fundamental para ayudar al paciente a eliminar esas conductas nocivas y lograr una reestructuración de sus hábitos alimenticios.
4. Enfermedades cardiovasculares, diabetes o problemas digestivos
Cuándo hay presencia de enfermedades graves o crónicas que afectan el sistema cardiovascular o al tracto digestivo, la necesidad de contar con un experto en nutrición (preferiblemente un nutriólogo) dentro de tu cuadro médico, es fundamental para mantener y/o recuperar la salud. Por medio de este, sabremos qué tipo de alimentos son dañinos o favorecedores para nuestra condición, además nos ayudará a crear un plan alimenticio que supla nuestras necesidades.
5. Alteraciones de la piel
Si constantemente te preguntas cuándo es necesario acudir a un nutricionista, muy seguramente la apariencia de tu piel será un indicativo del momento adecuado. Aunque muchas enfermedades cutáneas son producto de alteraciones hormonales, el tipo de alimentación que llevemos también influye en los niveles de hidratación, resequedad, presencia de grasitud o alergias en la piel. Después de pasar por un dermatólogo y quizás un endocrino, el próximo profesional de la salud en la lista indiscutiblemente debe ser un nutricionista.
6. Embarazo
Los cambios que se viven durante el embarazo son tantos y veces tan drásticos, que es inevitable que todo el organismo se vea descompensado y se requiera establecer un nuevo plan alimenticio. Este no sólo va dirigido a suplir las necesidades de la gestante, también debe estar orientado a ofrecer los nutrientes necesarios para la creación exitosa de la nueva vida.
7. Cuando se adopta una nueva tendencia alimentaria
Bien sea por ideología, desición personal o condiciones médicas, cada día más personas adoptan una nueva tendencia alimentaria. El veganismo, vegetarianismo, o la alimentación libre de gluten son algunas de las más populares en los últimos años y sí o sí, requieren de acompañamiento nutricional durante el proceso de transición. Particularmente, te recomendamos buscar un profesional especializado en dichas áreas, pues tendrá los conocimientos más actualizados sobre regímenes alimenticios basados en este tipo de alimentación.
Ciertamente, la respuesta a cuándo es necesario acudir a un nutricionista es muy relativa y obedece a un sin fin de variables. Aún así, consideramos que los mencionados en este artículo cubren en gran parte los aspectos más importantes. En última instancia, no hay que olvidar que una buena alimentación es la base fundamental de la salud, por lo que tener la asesoría de profesionales siempre será una excelente alternativa.
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