Un hogar limpio y libre de ácaros, prioridad para todos
Para desinfectar tu colchón y tus almohadas más fácilmente lo mejor son las opciones naturales. De esta manera seremos respetuosos con el medio ambiente y con el funcionamiento de nuestro cuerpo. Por tal motivo, que tengamos un hogar limpio y libre de ácaros es prioritario para todos.
(Lee también: Los deportes y ejercicios que nos fortalecen en el sexo)
Descuidar este aspecto puede incluso empeorar las enfermedades respiratorias así como también propiciar su aparición. Existen múltiples alternativas químicas destinadas a este fin. Las más sanas para desinfectar tu colchón y tus almohadas fácilmente son las más naturales. Son las que mejor respetan nuestro organismo y las que menos producen efectos secundarios.
Desinfectar tu colchón y tus almohadas. Hacerlo con tu colchón
La primera recomendación que te hacemos es que no hagas la cama en cuanto te levantes ¿Por qué? porque al realizarlo encierras las sabanas y con ellas las partículas que habitan en ellas y en tu colchón. Por tanto lo mejor es dejar que respire y que le de la luz del sol, principal enemigo de los microbios.
Ahora si lo que buscas es una solución agresiva solo déjalo un día entero al aire libre. Conozcamos otras alternativas más intensas. Te sugerimos que utilices el bicarbonato y aceites esenciales desinfectantes.
Ingredientes
Dos cucharadas soperas de bicarbonato de sodio.
2 gotas de aceite de tomillo
Dos gotas de aceite esneical de árbol de té.
2 gotas de aceite de lavanda.
Para hacerlo
Combina el bicarbonato con todos los aceites esenciales. Luego con un colador espolvorea toda la mezcla sobre la superficie del colchón. Déjalo que actué por unas dos horas y luego pásale la aspiradora para que no queden restos.
Ahora las almohadas
En este caso contaremos con la estimable ayuda de la lavadora.
Ingredientes
½ tacita de bicarbonato
Una cucharada de vinagre blanco
Para hacerlo
Mete las almohadas a la lavadora junto con la mezcla para desinfectarlas fácilmente. Repite el proceso para escurrirlas al máximo. Luego sécalas al sol para terminar con la humedad y los restos de microbios que pudieran quedar. Con estos sencillos consejos no necesitaras hacer grandes esfuerzos, ni paralizar tu vida por eso.
(Lee también: Hijos del amor consciente)