Donar sangre es una acción que la mayoría de las personas debería realizar a lo largo de su vida; según cálculos generales 9 de cada 10 habitantes podrían llegar a necesitar una transfusión en cualquier momento para sobrevivir.
Pese a esta necesidad sanitaria; en países de Latinoamérica y el Caribe por ejemplo; menos de la mitad de personas que acuden a donar sangre lo hacen de manera voluntaria; siempre se ven obligados por alguna razón que va relacionada directamente con el beneficio de algún familiar o amigo cercano que la necesite.
Donar sangre debería ser una obligación colectiva
Los donantes de sangre voluntarios se encuentran en torno al 44,17%; sin embargo la meta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es poder alcanzar el 100% y de esta manera poder garantizar el suministro a los pacientes que los necesiten en cualquier momento.
Desde el organismo sanitario han dicho que debería ser un derecho humano de las personas tener disponible la sangre necesaria cuando la necesite; sin embargo, la realidad está muy lejos de esto y en muchos casos los pacientes mueren por no tener la posibilidad de tener una transfusión sanguínea rápida y segura.
La sangre que se dona ayuda a aumentar la calidad de vida de los pacientes que están internados por diferentes enfermedades o intervenciones quirúrgicas; además de ser fundamental en casos de emergencias médicas de cualquier tipo.
Con 450 mililitros se pueden salvar tres vidas; sin embargo los beneficios también son para el donante. Por ejemplo donar puede ayudar a regularizar los niveles de azúcar; así como también mantener una presión arterial adecuada.
Diversos estudios han apuntado que donar sangre mantiene los niveles de lípidos; así como también puede ayudar a prevenir algunas enfermedades como el cáncer o la diabetes. Por esta razón los hematólogos recomiendan hacerlo al menos dos veces por año.
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