El estrés y las erecciones

El estrés es un factor probablemente siempre presente en la vida, sin embargo cuando se escapa de control llega a perturbar varios aspectos de nuestra vida. Aspectos que pueden ir desde el trabajo, la salud hasta la vida sexual.

El sistema nervioso del ser humano es bastante complejo, ahora bien, tratemos de apreciarlo de una forma más clara. Primero que el sistema nervioso se divide en dos, el sistema nervioso central, y el sistema nervioso periférico.

Que este a su vez se divide y se encarga principalmente en percibir la información proveniente de los órganos receptivos. A partir de allí llevar la información al sistema nervioso central y de allí a los músculos, así como también al sistema endocrino que regula procesos inconscientes como la respiración, secreciones hormonales; esta última importante para una relación sexual satisfactoria.

Ya vamos entonces entendiendo que un sistema nervioso central estresado, afecta y puede propiciar una disfunción eréctil. Si bien el estrés está programado en nuestro cerero para hacernos huir de un ataque o peligro inminente, pues en el estilo de vida actual implica muchos más.

Esto debido a que el ser humano ya no debe huir de un animal que viene a comérselo, si no del tráfico, los problemas y pare de contar. El asunto es que el cuerpo tiene la misma respuesta, es decir, presentar sudoración, elevación de la frecuencia cardíaca, entre otros.

El estrés y la vida sexual
El estrés y su afectación en la vida sexual

El estrés y la vida sexual

Debido a ello un hombre estresado por asuntos laborales, llega a casa con los síntomas propios del estrés queriendo huir. Su cuerpo no está preparado para llevar a cabo el acto sexual de manera plena.

Esto se debe a que para llevar una erección se requiere de cierta sangre, y en estado de estrés el sistema nervioso envía dicha sangre a otras partes del cuerpo. De lograr la erección puede llevar está a una eyaculación precoz, ya que el mismo sistema nervioso parasimpático necesita relajar rápidamente en busca de minimizar el estrés.

Con esto no se asegura que la única causa de la disfunción sea el estrés, pero si la más común.  La buena noticia es que si eres consciente de ello, puedes cambiar el panorama. En caso de mucho estrés que te lleve ataques de ansiedad, puedes probar ir alguna terapia. Si es menos severa la situación empieza probando técnicas que te ayuden a relajarte. De esta manera disfrutar de tu vida sexual con plenitud.