¿Si no se aprende de niño entonces cuando? El riesgo es necesario
Al ser niño es la edad perfecta para aprender a medir los riesgos, de hecho es necesario, junto a ello se consigue desarrollar capacidades. En la actualidad muchos de los problemas relacionados con los adolescentes es que de niños se les limitó su infancia.
Ya sea por desconocimiento o por falta de oportunidades algunos niños no tienen la posibilidad de desarrollar destrezas que se adquieren con un poco de riesgo.
No se trata de dejar al niño escalar una montaña o caminar al borde del abismo, sino de brindarle la oportunidad de jugar en parques que tengas pisos de arena, piedras, o montarse en el sube y baja, columpios, escalar troncos, saltar charcos, entre otras actividades que ameriten un poco de riesgo.
En la actualidad se busca, ya por comercialización o sobreprotección brindarle al niño juegos absolutamente seguros que no le dejan experimentar situaciones de riesgo donde el pequeño pueda desarrollar habilidades que pueda incluir en su vida cotidiana.
en Países como Suecia, Australia, Canadá o Reino Unido se han dado cuenta sobre el hecho de que los niños necesitan tomar riesgos, por lo cual sus parques y escuelas han incluido troncos, columpios con neumáticos, suelos de arena o piedra.
El riesgo es necesario en la niñez
Cuando un niño es apoyado por sus padres, esto no implica sobre protección para brindarle lo mejor del mundo. Al contrario apoyarle es saber que sus padres estarán allí aunque sufra de una caída.
Un niño sobreprotegido seguramente se aburrirá, en consecuencia puede generar un mal comportamiento o una falta de capacidades.
Al contrario un niño que se le permita tener mas actividad física, con el apoyo de sus padres, serán niños dinámicos, mas independientes, competentes y que sabrán tomar riesgos con cautela, ya que sabe que caer duele.
Además lo que no se hace y aprende de niño, difícilmente lo hará a los 18 o 19 años. Ya ha esta edad será difícil actuar diferenciando el riesgo del peligro. Nunca ha tomado riesgos, y no conoce los límites naturales. En consecuencia encontramos esos adolescentes irreverentes que no se detienen ante nada, lo cual los lleva a situaciones realmente peligrosas.
Así que se debe abogar por parques no tan tecnológicos, si no mas bien mas naturales. Donde el niño no corra peligro pero si tenga la oportunidad de tomar decisiones. Además el contacto con la naturaleza le traerá beneficios no solo emocionales, también sociales y físicos.
Coméntanos ¿Dejas a tus hijos tomar riesgos?
