En el Gimnasio, ¿Qué tan bien te estas entrenando?

En el gimnasio, que tan bien entrenas
En el gimnasio, que tan bien entrenas

En algún momento te has preguntado cuando estas en el gimnasio ¿Qué tan bien te estas entrenando? Existen pocas áreas en la vida que te ofrecen beneficios inmediatos. El único trabajo que podemos presumir que debes saber qué tan bien lo estás haciendo es pilotear un avión. Deberás saber qué es lo que se debe hacer en el aire, cuánto combustible debes usar y cuántos kilómetros te durará.

En el gimnasio sucedo algo parecido cuando entrenas fuerte: debes conocer ciertas especificaciones para hacerlo bien y rendir más. Expertos en la materia indican algunas señales que te dirán qué tan bien lo estas haciendo cuando te ejercitas.

Ahora debes estar dispuesto a encontrar, lo más pronto posible, si tu rutina de ejercicios esta realmente funcionando.

Esta funcionando los días en el gimnasio
Esta funcionando los días en el gimnasio

Durante tu entrenamiento en el gimnasio, toma en cuenta estas señales:

Sientes los efectos de los ejercicios que haces, pero en otras zonas. Probablemente sientas un poco de dolor en tus articulaciones en la primera serie de un ejercicio. Pero esta molestia puede desaparecer en las series subsecuentes. Después de esto, debes observar si lo que haces es bueno para la curvatura de tus músculos que pretendes hacer crecer.

Están hinchados. Después de un par de series, los músculos que estás trabajando deben sentirse hinchados, duros y llenos de vigor. Esto es gracias al bombeo de sangre a tus fibras musculares, también es el mejor sentimiento que puedes tener el gimnasio sin ser arrestado lógicamente.

Este bombeo también sirve como un importante propósito fisiológico. Los movimientos que atrapan la sangre dentro de tus músculos también generan ácido láctico, éste sirve básicamente para ayudar a producir la hormona del crecimiento.

Esta hormona del crecimiento es la responsable de que tus músculos crezcan grandes y que la grasa se funda, metabolizando la grasa en pura energía.

No te sientes hambriento. La última cosa que necesitas saber es que debes alimentarte bien una vez terminada tu rutina de ejercicio. Esto es un signo de que los niveles de tu glucosa sanguínea están agotando el glicógeno muscular, el cual es usado en grandes cantidades, y por lo tanto estarás usando proteína muscular por energía.

Cuando usas la proteína muscular por energía, haces tus músculos más pequeños en lugar de hacerlos grande. No podemos permitir que esto suceda.

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