Equinácea y el fortalecimiento del sistema inmune

Equinácea y el fortalecimiento del sistema inmune
Equinácea y el fortalecimiento del sistema inmune

La equinácea es una planta ampliamente usada para el fortalecimiento del sistema inmune. Considerada beneficioso para la prevención y tratamiento de las enfermedades temporales, tales como resfriados y gripes.

El uso de la equinácea es especialmente útil en el caso de enfermedades de las vías respiratorias superiores, incluyendo además resfriados, tos. Igualmente está indicado para el tratamiento de las infecciones que implican el tracto urinario.

Precauciones: esta planta es un estimulante del sistema inmune por lo cual deben evitarse dosis extensas. En algunas ocasiones logra producir dolor en las articulaciones si se toma de forma prolongada.

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equinácea es especialmente útil en el caso de enfermedades de las vías respiratorias superiores
equinácea es especialmente útil en el caso de enfermedades de las vías respiratorias superiores

Las principales propiedades de la equinácea son:

Antibacteriana.

Antiinflamatoria.

Estimulante sistema inmunológico.

En este sentido la equinácea se consume como suplemento nutricional o bien se usa en la piel en formato tópico.

Algunos medicamentos con equinácea se manejan para tratar inconvenientes de la piel. Es frecuente que se aplique este tipo de productos para prevenir infecciones en heridas recientes, entre otros usos. Inclusive hay quienes afirman que la equinácea puede ser manipulada como remedio para trastornos inmunológicos muy graves, especialmente el cáncer.

Protege el sistema inmunológico: Uno de los beneficios del consumo de equinácea es la potenciación y preservación del sistema inmunitario. Ayuda a restaurar y reproducir algunos tipos de células de los glóbulos blancos, que son una fundamentales para el sistema inmune.

Actividad antiviral: como su nombre lo revela puede hacer frente a distintos tipos de virus. Entre éstos se hallan la influenza, la gripe aviar y la gripe porcina.

Previene enfermedades y aumenta las defensas: puede aprovechar para prevenir la aparición o la extensión de diferentes enfermedades; por ejemplo, algunas enfermedades de la piel y determinadas infecciones provocadas por virus.

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