La gangrena es una de las infecciones más temidas, la cual puede presentarse en una herida grave.
Generalmente afecta los dedos del pie y la mano, las extremidades, también afecta a los músculos y otros órganos.
Gangrena, qué es, síntomas y tratamiento
Qué es. En esencia significa la muerte de un tejido asociado por lo general a un menor suministro de sangre a una zona afectada y seguida de una invasión bacteriana.
Las lesiones graves, como por ejemplo la mutilación o el estallamiento de algunos órganos, pueden interrumpir el suministro de sangre y oxígeno a la zona herida; creando una infección que puede desarrollarse al cabo de horas o días después de la lesión.
Síntomas. La piel adquiere un aspecto pálido al principio, volviéndose roja o de color bronce hasta adquirir un tono verdoso. La infección también hace que la piel se caliente y se hinche; produciendo unas ampollas llenas de líquido color marrón y de mal olor.
En pocos días, una herida mal atendida puede progresar y extenderse produciendo un shock, insuficiencia renal, delirio y muerte. Esta infección puede destruir grandes cantidades de piel y de músculo en tan sólo algunas horas.
Tratamiento. Una vez que se sospecha la presencia de gangrena, se recomienda el uso de antibióticos como la penicilina para evitar que la infección avance. Después el médico extirpara quirúrgicamente el tejido afectado.
En ciertos casos; sobre todo cuando la circulación es deficiente, se debe amputar parte o totalidad de un miembro para evitar que la infección se propague.
Otro recurso es la terapia con oxígeno a alta presión, el cual es el indicado cuando la gangrena se ha extendido.
La infección que acompaña a la gangrena es contaminante como cualquier infección, pero no es contagiosa; es decir, no se transmite de persona a persona.
Sin embargo; las personas que cuidan a otros con esta infección deben tomar precauciones (usar guantes y lavarse muy bien las manos) cuando se curan las heridas contaminadas.