Intolerancia a la lactosa un problema que no solo afecta a los adultos. La lactosa es el llamado azúcar de la leche y está presente en mamíferos y muchos alimentos preparados.
Para digerir la lactosa es necesaria la presencia de lactasa en el intestino. Si los niveles de lactasa son bajos o no funciona bien puede producir incapacidad para digerir la lactosa.
A escala mundial la mayoría de la población adulta tiene déficit de lactasa; con excepción de la población del norte centro de Europa.
Intolerancia a la lactosa ¿Qué síntomas se presenta?
El nivel de lactasa es variable pero lo más característico son aquellos relacionados con los trastornos gastrointestinales como: dolor y distensión abdominal, flatulencias, náuseas y vómitos, alteraciones del tracto intestinal.
En algunas personas pueden tener síntomas a nivel sistémico pero no es lo habitual.
Existen varios tipos de intolerancia a la lactosa: Deficiencia primaria de lactasa, deficiencia secundaria de lactasa y la deficiencia congénita de lactasa.
¿Por qué es tan importante diagnosticarla a tiempo?
Cuando se detecta temprano la intolerancia a la lactosa se pueden prevenir problemas de salud.
Si se ingiere lactosa seguido podría agrandar la lesión en la mucosa intestinal produciendo lesión de la mucosa/mala absorción de lactosa. En los niños podría ocasionar retraso en el crecimiento.
¿De qué manera podríamos saber si somos intolerantes a la lactosa?
Con el análisis genético permite diagnosticar una predisposición a desarrollar intolerancia a la lactosa. Es ocasionado por la pérdida progresiva de lactasa en el intestino. Las personas con resultado positivo podrán prevenir los síntomas antes de que aparezcan. Será necesario que informe al médico para la adaptación de la dieta. Ahora si la prueba da un resultado negativo, que no presente el alelo de riesgo, no se desarrollara la intolerancia.
Adaptación de la dieta sin lactosa
Si aparece algún tipo de sintomatología es necesario realizar una prueba diagnóstica que lo confirmen. Cuando está presente la intolerancia a la lactosa es necesario garantizar la adaptación de la dieta sin lactosa.
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