El Jitomate posee múltiples propiedades en que se pueden resaltar: reduce el colesterol, combate infecciones, fortalece el sistema inmune; elimina el ácido úrico y aplaca el dolor artrítico. Según investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, si consumes jitomates con regularidad tendrás la mitad de riesgo de sufrir un infarto.
La sustancia responsable de esto es el licopeno, un pigmento que le da su característica color rojo. Tras analizar 72 estudios sobre la relación entre esta sustancia y el cáncer; comprobaron que, en 57 de ellos, la relación entre un menor riesgo de cáncer y la ingesta de licopeno era completamente segura y en 35 “significativa”.
Conclusiones de los expertos sobre el consumo frecuente del Jitomate
Concluyeron que es un poderoso antioxidante que previene el cáncer de próstata, pulmón, estómago, esófago, páncreas, mama, colorrectal, bucal y cervical. Según especialistas en la materia, ingerir salsa de jitomate una vez por semana reduce el riesgo de sufrir cáncer de próstata en un 10 a 15 por ciento; mientras que será de un 30 a 35 por ciento si se hace dos veces por semana.
El licopeno se libera sobre todo al cocinarse. Por ello, en salsa es la fórmula ideal para beneficiarse de sus propiedades anticancerígenas; y todavía mejor acompañado de aceite y queso.
El licopeno es un pigmento carotenoide que no se transforma en vitamina A. Es garante del color rojo de los jitomates, la sandía, el durazno o el pomelo rosado. El jitomate y sus productos procesados son los que entran en mayor medida en su ingesta. Los carotenoides son pigmentos naturales sintetizados por las plantas.
A pesar de que su importancia se ha centrado en los que poseen vitamina A; en la actualidad otros carotenoides, como el licopeno, han despertado interés por sus múltiples propiedades.
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