La humildad es una característica que a través de la evolución humana siempre ha sido muy apreciada y valorada. Pero, hoy en día también es cierto que muchas personas se han alejado de este valor.
Las personas humildes no son las normas, son la excepción
Y es que la mayoría no son humildes, pero tampoco se caracterizan por ser narcisista. La mayor parte de la sociedad se caracteriza por su individualismo. A pesar que el comportamiento humilde conlleva ventajas a la sociedad como tal.
La humildad en las personas y sus características
- Las personas humildes están firmemente convencidas de que alcanzar metas o vivir bien acarrea arduo trabajo por parte de ellos.
- Este tipo de personas también se caracterizan por el hecho que nos alegran ni les causa placer superar a otras personas de su entorno. Esto no quiere decir que no participen en concursos para ganar algún beneficio, pero no involucra emociones.
- Las personas humildes toleran más la falta de atención. Si bien el humilde puede ser tanto introvertida como extrovertida en ambos casos le ponen menos resistencia al hecho de no recibir atención de otros.
- Los humildes están bastante alejados de los prejuicios. Pocas veces encuentran motivos valederos para emitir una opinión negativa de otras personas.
- Estas personas no tienen una personalidad inflada. Confían perfectamente en sus capacidades, sin embargo saben que eso no define la calidad humana. A diferencia de aquellas personas que creen estar por encima de otras por sus capacidades. Una persona humilde agradece la oportunidad dada para hacer bien lo que saben hacer.
Nadie desea estar mucho tiempo con alguien orgulloso o arrogante. Tampoco con alguien que nunca pide perdón por sus faltas. En cambio, una persona humilde, consciente de sus limitaciones y que actúa en armonía con ello, es siempre apreciada por la mayoría de la gente.
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