La vida de pareja después de nacer un hijo
Para muchas parejas, el nacimiento de los hijos significa afianzar el amor y la relación; mientras que para otras puede ser causa de separación si no manejan y orientan los cambios que implica la maternidad-paternidad para la vida en pareja.
Quizá bastará la primera noche con el recién nacido en casa para darse cuenta que la convivencia en pareja será muy diferente. Después de tener un hijo, la vida en pareja requiere de la dedicación de ambos cónyuges.
En ocasiones más agotadoras, hay bebès que demandan alimentación cada tres horas o menos y tienen un sueño liviano, despertándose constantemente. Las noches de mal dormir significan tensión a la pareja que antes no habían experimentado.
La vida de pareja después de nacer un hijo
Algunos papás se sienten relegados mientras la mamá atiende al bebé. Efectivamente, los primeros días del bebé está fuertemente vinculado a su madre y en ocasiones no hay cabida para alguien más. La mujer esta absorta en sus responsabilidades como madre que no tiene tiempo para su pareja.
De colaborar el hombre en los quehaceres del hogar, la mujer podrá cumplir a cabalidad con su rol de mamá. Unas practican delegar y otras confiar. Asimismo, si el hombre cuida al bebé, tendrá nuevas destrezas que influirán en un mayor bienestar familiar. De existir tropiezos en la crianza, se pueden vencer con la paciencia que ambos padres estén prestos a dedicar.
Cambios en la pareja tras el nacimiento de un hijo
Una pareja crece con el hijo, siendo padres la relación de pareja cambia según la fase de crecimiento del hijo. Los padres de un bebé no serán vistos como los padres de un adolescente. Habrá que prescindir de algunas costumbres luego de tener un hijo, si les gustaba ir al cine o a bailar, eso tendrá que esperar a que el bebé crezca un poco.
Con una buena actitud, ingenio, disposición y creatividad, la pareja podrá incorporar los inmensos e ineludibles cambios que suponen la llegada de los hijos. Los planes que antes eran para dos, ahora serán para tres o cuatro.
Es posible que en ciertos momentos, la llama de la pasión estará totalmente apagada. Una mezcla de amor, paciencia, respeto, tolerancia y creatividad podrán resolver las crisis que afloren en la habitación de los nuevos padres.
El placer que fluye en la intimidad, los ayudará a despejar las tensiones que la crianza puede originar. A su vez se reconfortarán con la ternura que surge al convivir con un bebé. Posteriormente la vida en pareja se enaltecerá. El nexo entre la pareja se engrandece cuando diariamente afrontan la crianza. Un hijo es el resultado del amor de la pareja y a la vez, ese amor retornará a la pareja.
La llegada de los hijos es la mejor ocasión para fortalecerse como pareja. No han renunciado a ser una pareja, ni dejarán de serlo de ser esa su decisión y de trabajar diariamente por eso. La diferencia es que ahora, aparte de ser una pareja son una familia.
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