Las meriendas sanas muchas veces son olvidadas por el ajetreo de las actividades diarias. Desayunamos almorzamos y cenamos, y si entre comida nos da algo de hambre se suele pecar con una merienda quizás no tan sana por no haberla planificado.
Ahora bien, las meriendas no son malas, al contrario validad para mantener el metabolismo activo. Además que las meriendas proporcionan cierta energía en esos momentos del día en que ya empezamos a sentirnos agotados.
Los nutricionistas aconsejan cinco comidas diarias, ya que el cuerpo está en constante consumo de energía, la cual se le debe proporcionar para su buen funcionamiento. Sin embargo, esto no es excusa para atiborrarnos de comida nada saludable.
Las meriendas sanas y su importancia
Cuando se omite a merienda se suele legar a la hora de la cena con mucha hambre. Lo cual lleva a una ingesta mayor de alimentos al final del día, contraproducente para quienes desean mantener un peso. Pasar mucho tiempo sin comer significa reducir los nutrientes en sangre, bajar los niveles de energía en el cerebro y órganos.
Ahora bien, las meriendas deben ser saludables. Lo que significa con no son ricas en azúcar o carbohidratos, que supongan solo un aumento de calorías ingeridas innecesarias. Para las meriendas se debe tener a mano alimentos saludables como:
- Yogurt natural.
- Frutas solas o combinadas con yogurt en forma de batido.
- Tostadas integrales, con aguacate o jamón de pavo.
- Huevos cocidos.
- Plátanos sancochados.
- Té verde con pan integral.
- Rodajas de pepino.
- Mantequilla de maní sin aditivos.
- Barras de proteínas, pero debes estar atentos a la etiqueta. La mayoría de estas tienen una gran carga de azúcar, busca la que menos azúcar tenga. De preferencia integral. Recuerda que buscamos una merienda saludable, así que ve por ella.
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