Lidiar con el enojo, según claves budistas

Lidiar con el enojo, según claves budistas
Lidiar con el enojo, según claves budistas

Podemos lidiar con el enojo, según algunas claves budistas. Es importante saber que sentir ira es algunas veces ineludible para las personas. En el budismo encontramos algunas claves que nos enseña que lidiar con el enojo es posible, claro, siempre que seamos conscientes de lo que es y lo que representa.

Los budistas creen que para lidiar con el enojo se precisa de entrenamiento. Por ello, existen actitudes y virtudes que se deben desarrollar con anterioridad. De este modo, la ira no provocará consecuencias peligrosas, ni se transformará en una fuerza autodestructiva.

Como se mencionó al inicio, sentir enojo es totalmente normal. El inconveniente es que, si no sabemos cómo manejarlo, conseguimos hacer daño a los demás y a nosotros mismos. Recordemos que, en ocasiones, enojarse unos minutos puede cambiar una vida entera.

Los budistas creen que para lidiar con el enojo se precisa de entrenamiento
Los budistas creen que para lidiar con el enojo se precisa de entrenamiento

Claves del budismo para conseguir lidiar con el enojo

Aceptar: un paso esencial para manejar el enojo. El budismo indica que la mejor manera para comenzar este entrenamiento es aceptar que lo sentimos. Aunque no lo creas muchas personas le colocan un nombre distinto a la ira, según las circunstancias. Intentan suavizarla porque les parece lamentable sentirla.

Ser un héroe: si ante la ira lo único que hacemos es estallar y dejarnos dominar por nuestros impulsos, significa que somos aún muy débiles para manejar el enojo. Esto solo lo consiguen los espíritus fuertes, los héroes. Ellos saben que aquellos que dejan salir la ira sin control, tienden a crear nuevos males.

El heroísmo está en no reaccionar y practicar la paciencia. Es no dejarse llevar, es esperar, para no ser presos de nuestros impulsos. Tenemos que brindarnos un tiempo para responder al entorno de forma inteligente.

Realismo: El enojo es una emoción que nos coloca en peligro y que va en contra nuestra salud física y mental. No es un amigo, todo lo contrario: un enemigo. No obstante, es usual que aparezca una fantasía, según la cual, dejar salir el enojo sin control es un modo de reafirmarnos.

Es posible que la misma ira nos lleve a sobredimensionar la situación. Por eso es transcendental ser realistas. ¿realmente la situación, o la persona, nos están ocasionando un daño tan grave? ¿verdaderamente hacerle daño, o ser destructivos, nos lleva a una solución?

Observación: La autoobservación es un camino muy importante para lidiar con el enojo. Antes de reaccionar, es necesario detenernos un instante para examinar lo que ocurre en nuestro cuerpo. ¿Qué músculos están tensos? ¿Cómo sentimos nuestras vísceras? ¿Cómo está nuestra respiración?

Es fundamental explorar las ideas que desfilan por nuestra mente. En lugar de pensar en el otro o en el contexto que nos genera molestia; focalicemos nuestra atención en nosotros mismos. Este ejercicio de observación tiene un gran potencial para reducir esta emoción.

Sembrar: Según los budistas, y la lógica, recogemos lo que sembramos. Consecuentemente, somos responsables de nuestro sufrimiento. Si sembramos destrucción, eso mismo cosecharemos. Si iniciamos un período de violencia, tarde o temprano, seremos víctimas de ella.

De tal manera, debemos vigilar nuestra manera de reaccionar. Pensar en nuestro bienestar y hacernos conscientes acerca de las implicaciones que esto nos puede traer.

Todas estas claves del budismo para lidiar con la ira buscan, principalmente, recordarnos que actuar de manera impulsiva, generalmente nos trae consecuencias negativas. Es nuestra mente la que debe regir nuestras acciones y no las acciones condicionar la mente.

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