Home BIENESTAR Los chimes no te dejan nada bueno.

Los chimes no te dejan nada bueno.

los chismes
los chismes solo afectan a todos

Los chismes son es una forma de comunicarse que puede ir desde la crítica hasta la invención de toda una historia en torno a un sujeto.

Quien lo origina lo hace desde una conducta anormal del pensamiento o simplemente porque trata de llamar la atención dentro del núcleo social que le rodea.

A un chismoso no le importa si el individuo de quien habla sufre o no, ya que solo le interesa formar parte de algo con capacidad de transmitir algo.

Al momento de que alguien se presente con un chisme lo recomendable es tratar de aclarar lo ocurrido con las personas directamente que difundió la información falsa y mantener la calma.

Los chismes y sus afectaciones propias.

  • Estar chismeando sobre las imperfecciones y problemas de la vida ajena puede resultar perjudicial para la salud.
  • Divertirse con la vida ajena va poco a poco cambiando el modo de pensar y te convierte en alguien negativo.
  • Ser chismoso significa que estas de ocioso y te la pasas desperdiciando el tiempo.
  • Un chismo nada le complace, habla mal de todo y de todos.

Los chismes y sus causas a los otros.

  • Deteriora la convivencia familiar y social.
  • Afecta la calidad de vida social.
  • Debilita los valores.
  • Daña a la persona afectada, su reputación y bienestar.
  • El chisme provoca heridas irreparables, sino se hace algo al respecto.
  • No es bueno creer en los chismes porque origina desconfianza uno al otro.
  • Conflictos, peleas, rencores y muchas veces odio.
  • Soledad y separación de la unión familiar y social.
  • No es bueno hacer caso a los chismes porque destruye parejas y amistades.
  • Si el chisme es muy fuerte envenena a una o más personas.
  • Si un chisme avanza puede convertirse en difamaciones y calumnias o algo peor.

El chisme tiene origen en la infancia, si un niño siempre fue criticado, humillado y no se le valoro, en consecuencia presentara inseguridad, resentimiento y envidia.

Convirtiéndose en un adulto infeliz, que busca consciente o inconscientemente que los demás sean infelices.

Por lo anterior expuesto, nunca es conveniente romper vínculos con familiares o compañeros de trabajo a causa de un chisme; hay que recordar que lo mejor es dialogar, y que una persona ecuánime no valora las habladurías ni deja que éstas influyan en su forma de ser con los demás.