La miopía es un trastorno en el que la persona no es capaz de enfocar de manera correcta los objetos lejanos. Esto hace que estos objetos se perciban de una forma borrosa e indefinida lo que ocasiona incomodidad en el paciente.
Lo normal es que la luz atraviese una serie de capaz que forman nuestros ojos hasta llegar al nervio óptico. Cuando la imagen no se proyecta correctamente sobre la retina se encuentran alteraciones visuales. Con relación a la miopía la luz se proyecta delante de la retina y entre más distancia exista más difícil será enfocar o más dioptría.
La alteración se debe a que la córnea está demasiado abombada. También puede ser que el globo ocular tenga un tamaño más grande de lo normal. Veamos sus causas.
Miopía. Causas más frecuentes
- Puede ser trasmitido el trastorno genéticamente de forma dominante.
- Por cuestiones patológica ya que existen ciertas enfermedades que podrían provocar de manera temporal o permanente daños visuales. Entre algunas tenemos la catarata, queratoconos o diabetes tipo 2.
- Producto del medio ambiente o por las condiciones del entorno de desarrollo.
- Exposición o consumo de productos tóxicos.
Durante la miopía pueden aparecer con frecuencia dolores de cabeza o enrojecimiento de los ojos. Normalmente la miopía se detecta por medio de revisiones de agudeza visual periódica o cuando se sienten alteraciones visuales.
El tratamiento va a depender de las características en la que se presentan. Podemos clasificarlos en:
- Paliativo: cuando se usan gafas o lentes de contacto.
- Definitivos: cuando se habla de intervenciones quirúrgicas, sobre todo la cirugía refractiva. Entre estas últimas tenemos:
- LASIK: se modifica con luz ultravioleta el tejido corneal para corregir la refracción de la luz.
- PRK: Se corrige la proyección de la luz sobre la retina.
- QUERATOTOMÍA RADIAL: En la actualidad es un tipo de intervención ya obsoleta.