El cuerpo humano es muy complejo y no existen dos que sean iguales. Esto también aplica en el caso de los trastornos que se presentan en las personas; como en el caso de la misofonía que es aquellas reacciones negativas que pueden tener algunos frente a los sonidos normales que emiten los humanos.
Estos sonidos pueden ser tan comunes como respirar o si quiera masticar; mismos que para muchos pueden ser imperceptibles. Aunque en estos casos no todos los sonidos tienen la capacidad de desencadenar un problema; son algunos de ellos que tienden a repetirse para las personas que sufren de esta ultra sensibilidad en el plano acústico.
La misofonía altera los sonidos más comunes
Una persona que sufra de este trastorno puede sentir una gran exasperación con el sonido de un bolígrafo al escribir; puede alterarse de tal manera que desencadene en gritos o un golpe a cualquier objeto cercano. Puede además provocar fuertes episodios de pánico y ansiedad.
La rama médica aún no ha encontrado un tratamiento exacto para este trastorno; aunque con el paso del tiempo se han ido desarrollando algunas opciones que permitan la mayor adaptación al entorno; tales como el uso de auriculares o tapones, prácticas de relajación y meditación; así como también un terapeuta de apoyo constante.
La misofonía trae consigo además otras reacciones en el organismo entre las cuales destacan presión en el pecho, aumento de los latidos del corazón y de la presión sanguínea. Además; se ha determinado que las personas que lo sufren tienden a ser diagnosticadas con trastorno obsesivo compulsivo al paso de los años.
Puede desarrollarse en hombres como en mujeres sin distinción de edad; pero lo más común es que las personas que lo padecen lleguen a mostrar los primeros síntomas de la misofonía en las últimas etapas de la niñez o recién iniciada la adolescencia.
(También te puede interesar: Los cinco sentidos femeninos y sus peculiaridades más destacadas)
