Los campistas, excursionistas y los jardineros son quienes tienen más riesgos de picadura de garrapata. Las garrapatas las transportan los cuervos y los ratones que frecuentan las áreas urbanas, suburbanas y boscosas. Ellas están presentes en otoño y en ocasiones a principio de invierno si el tiempo es clemente.
Picadura de garrapata, ¿en qué zonas del cuerpo?
Las garrapatas pueden picar en cualquier parte del cuerpo pero por lo general buscan los lugares húmedos y peludos. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) estas deben alimentarse de 24 a 48 horas de su anfitrión para transmitir la enfermedad de Lyme.
En EEUU no hay vacuna para ninguna enfermedad transmitida por las garrapatas indicó la FDA. Debido a eso estas infecciones están en aumento.
En el 2015 se reportaron unos 40.000 un aumento con respecto a los 12.000 del año 1995. Estos datos fueron aportados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Es probable que la cantidad sea más alta según las autoridades de salud, de más o menos 300.000.
¿En qué consiste la enfermedad de Lyme?
La mayoría de las personas infectadas con la enfermedad de Lyme desarrollan un salpullido. El 20% de esas personas presentan un salpullido en forma de “diana” distintiva según la FDA. Veamos algunas señales de advertencia en la etapa inicial de la enfermedad:
- Dolor en los músculos y en las articulaciones
- Dolor de cabeza
- Escalofríos
- Ganglios linfáticos inflamados
Si la enfermedad no es diagnosticada a tiempo puede propagarse a las articulaciones, el corazón y el sistema nervioso. Después de semanas o meses según la FDA, las personas pueden experimentar:
- Un latido cardíaco irregular.
- Dolor e inflamación de las articulaciones grandes, como la rodilla.
- Anomalías en el sistema nervioso.
- Daño permanente en las articulaciones.
Si sospecha que tiene la enfermedad de Lyme visite a su médico lo más pronto posible.
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