Preservativo femenino, una alternativa eficaz

Preservativo femenino, una alternativa eficaz
Preservativo femenino, una alternativa eficaz


El preservativo femenino es una alternativa al preservativo masculino. Que, poseyendo los mismos niveles de eficacia; posibilita que las mujeres no dependan de nada ni de nadie para protegerse contra los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual.

Existe una serie de datos que debes conocer antes de proceder a su uso.

Características del preservativo femenino

¿Cómo se coloca? El preservativo femenino consta de dos anillos. Uno en el extremo cerrado y otro en el abierto. Asimismo, para colocarlo correctamente debes considerar lo siguiente:

El anillo interno ha de colocarse sobre el cuello uterino. Para ello, introduce el extremo cerrado en tu vagina y empuja el anillo hasta que notes que llega al cérvix. Por otra parte, el anillo externo cubre la vulva y no hay que introducirlo en la vagina. Asegúrate de que este sobresale unos 2-3 cm.

¿Cómo se retira? Para retirarlo, tienes que localizar el anillo externo, apretarlo, doblarlo y tirar suavemente. Así mismo, es fundamental que no reutilices los preservativos.

Lo recomendable es usar uno nuevo cada vez que mantengas una relación sexual con penetración. Igualmente, recuerda que no se puede desechar por el inodoro: para evitar obstrucciones hay que tirarlo a la basura.

Ventajas del uso de preservativos femeninos

Protege frente a embarazos no deseados, no requiere receta médica. Es barato y fácil de conseguir. Por otro lado, al ser un método anticonceptivo no hormonal, apenas reporta riesgo de efectos secundarios.

De tal manera, permite que la mujer adquiera el control sobre su salud sexual sin depender del preservativo masculino.

Asimismo, no precisa que el pene esté erecto y se puede colocar hasta ocho horas antes de mantener la relación sexual. Se puede usar durante la menstruación y el embarazo.

Igualmente, es fácil de colocar y retirar.

Desventajas del uso de preservativo femenino

Aunque no suele ser frecuente, puede provocar reacciones alérgicas (picor, hinchazón).

No hay contacto directo entre el pene y la vagina, por tanto, es posible que se reduzca la estimulación. Asimismo, la fricción puede llevar a una falta de lubricación, lo que puede derivar en relaciones sexuales insatisfactorias.

El uso del lubricante suele ayudar a contrarrestar estos inconvenientes.

El preservativo se puede romper. El anillo externo puede resbalarse dentro de la vagina durante la relación sexual. El preservativo se puede salir de la vagina.

Diferencia el preservativo femenino del masculino: A diferencia del preservativo masculino, que suele estar fabricado con látex; los preservativos femeninos o internos están hechos a partir de poliuretano o nitrilo. Por ello, puede usarse en aquellas personas que sean alérgicas a los componentes del preservativo masculino.

Por otra parte, tampoco suelen verse afectados por la humedad ni los cambios de temperatura; como sí ocurre en el caso del preservativo masculino. Al mismo tiempo, en lugar de colocarse sobre el pene, el preservativo femenino se coloca dentro de la vagina.

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