Desde nuestros primeros pasos en esta tierra, la epilepsia ha generado miedo, desconcierto y, a menudo, malentendidos, incluso lo veíamos como un mal presagio o algo demoniaco Hoy en día, gracias a los avances de la ciencia y la medicina entendemos que se trata de una enfermedad neurológica crónica que puede manifestarse de formas muy diversas, pero principalmente a través de convulsiones. Estas crisis son resultado de una actividad eléctrica anormal en el cerebro y pueden ser aterradoras tanto para la persona que las padece como para quienes están presentes.
Si bien es cierto, en la sociedad actual vivimos muy acelerados, bien sea por el estrés del trabajo, las preocupaciones el día a día o los problemas familiares. Pero lejos de todo eso, debemos siempre mantener la necesidad de cuidarnos y cuidar a los demás. Y la mejor forma de protegernos es estar informados en cómo actuar ante situaciones de emergencia, por ello resulta esencial refrescar siempre que podamos los cuidados de primeros auxilios.
Según la Organización Mundial de la Salud, cerca de 50 millones de personas en todo el mundo viven con epilepsia, por lo que conocer los primeros auxilios para las convulsiones puede marcar una gran diferencia. Esto hace que, casi cualquier persona deba saber al menos cómo reaccionar ante un ataque epiléptico.
Si no estamos capacitados, presenciar una convulsión puede ser devastador para cualquier persona, seguramente entraríamos en pánico y nos sentiríamos impotentes. Pero si sabemos cómo reaccionar ante una crisis epiléptica, podremos ayudar a garantizar la seguridad de la persona, aliviar su sufrimiento y, en última instancia, preservar su vida. Esto no significa que debamos convertirnos en profesionales médicos, pero un poco de preparación puede que en algún momento salvemos una vida.
En este artículo, vamos a hablar de la epilepsia, cómo reconocer una convulsión, cómo actuar y qué cuidados se debe tener después de una convulsión. Vamos a conocer los primeros auxilios para las convulsiones en pasos sencillos y fáciles de seguir. No podemos prever cuándo ocurrirá una convulsión, pero podemos controlar cómo respondemos. Así que empecemos.
Síntomas de una convulsión: ¿Cómo reconocerla?
Lo primero que debemos tener bien claro es que, la epilepsia es una condición que se presenta de formas muy diversas, lo que significa que las convulsiones también pueden variar de una persona a otra. Ciertas crisis epilépticas pueden ser tan sutiles que no lo notamos, mientras que otras son dramáticas y notorias. Entender los síntomas que puede provocar esta enfermedad es el primer paso para brindar ayuda de manera efectiva. Así, cuando estamos frente a un episodio, en lugar de sentir miedo o confusión, podemos actuar con certeza y compasión.
Las convulsiones pueden ser clasificadas de muchas formas. Algunas son focales, lo que significa que comienzan en una parte específica del cerebro, mientras que otras son generalizadas, comenzando en ambos lados del cerebro al mismo tiempo.
Esta variedad puede dar lugar a una amplia gama de síntomas. Aunque no podemos cubrirlos todos en detalle, recopilamos un resumen de los signos más comunes que pueden indicar que una persona está teniendo una convulsión:
- Pérdida repentina de la consciencia o el estado de alerta
- Cambios en la sensación, el ánimo o el olor
- Movimientos incontrolados de brazos y piernas, que a menudo se manifiestan como sacudidas o contracciones bruscas
- Caída repentina, si la persona está de pie
- Rigidez muscular
- Babear o dificultad para hablar
- Desorientación o confusión después de un período de convulsiones
- Mirada fija o ausente
Cómo actuar durante la convulsión
De acuerdo a historias, ver a alguien sufrir una convulsión puede ser realmente aterrador, especialmente si no sabes con certeza lo que está sucediendo. El desconocimiento puede hacernos caer en el pánico y, a veces, tomar decisiones equivocadas que podrían agravar la situación. Sin embargo, con un poco de conocimiento y preparación, podemos ofrecer los primeros auxilios para convulsiones a desafortunado paciente.
La epilepsia es una afección que puede ser impredecible, ya que las convulsiones pueden ocurrir en cualquier momento y lugar. El primer instinto de muchas personas puede ser tratar de detener la convulsión o mover a la persona, pero desafortunadamente, esto no es lo mejor que podemos hacer.
Para ayudarte a tomar mejores decisiones ante una crisis epiléptica te presentamos una guía de pasos a seguir:
- Mantén la calma: como es común ante situaciones de emergencia, lo mejor es intentar mantener la calma, ya que el pánico no ayuda en situaciones de emergencia.
- Asegura la zona: es importante verificar que en los alrededores no existan objetos peligrosos que puedan lastimar al paciente.
- No sujetes a la persona: como ya adelantábamos, nunca debemos intentar detener los movimientos de la convulsión sujetando a la persona. Esto puede causar lesiones.
- Coloca a la persona de lado: es recomendable intentar colocar a la persona de lado para evitar que la saliva se acumule en la boca y pueda causar asfixia.
- No introduzcas nada en la boca: a pesar de un mito común, una persona no puede tragarse la lengua durante una convulsión. Introducir un objeto en la boca puede causar lesiones graves.
- Observa y registra: anota la duración de la convulsión y los tipos de movimientos que está haciendo la persona. Esta información será útil para los médicos.
- Busca atención médica: si la convulsión dura más de 5 minutos o si la persona no recupera la conciencia, llama a una ambulancia de inmediato.
Cuidados Post-convulsivos
Desafortunadamente para muchos, superar la crisis de una convulsión, no es el fin de esta película de terror. El periodo posterior a una convulsión puede ser tan crucial como la misma crisis. Este tiempo, conocido como el periodo postictal, puede ser confuso y aterrador para el individuo. Aquí es donde entra en juego una adecuada atención y cuidado post-convulsivo.
Este periodo puede variar en duración y síntomas, dependiendo de la persona y de la severidad de la convulsión. Algunos pueden sentirse cansados y desorientados, mientras que otros pueden experimentar dolor de cabeza, náuseas o incluso pérdida temporal de la memoria. Es importante ofrecer ayuda adecuada para minimizar estas molestias y acelerar la recuperación.
Hemos reunido puntos claves a considerar luego que una persona haya superado una crisis de convulsión:
- Mantén a la persona en posición lateral: esto ayudará a prevenir la asfixia si hay vómitos.
- Permite que la persona repose: el descanso es esencial después de una convulsión.
- Ofrece agua: si la persona está alerta y puede tragar, proporcionarle agua puede ayudar con la deshidratación.
- Brinda un ambiente tranquilo: evita los ruidos fuertes y las luces brillantes, ya que pueden ser molestos.
- Ofrece apoyo emocional: puede ser una experiencia aterradora, por lo que el apoyo emocional es clave.
Es importante mencionar que las secuelas de las convulsiones pueden ser tanto físicas como psicológicas. Las físicas pueden ir desde lesiones durante la convulsión hasta problemas a largo plazo como dificultades en el habla y la memoria. Las psicológicas por su parte, pueden incluir ansiedad, depresión y estrés post-traumático.
Ciertamente, estos cuidados son primordiales y resulta recomendable que sean llevados a cabo por personal médico especializado. En este sentido, el Centro Aura, ubicado en la Ciudad de México, juega un papel fundamental. Este centro integral se dedica exclusivamente a la epilepsia y está formado por médicos certificados. Su labor no solo es tratar la epilepsia, sino también proporcionar el apoyo y los cuidados necesarios durante el periodo postictal, ayudando a las personas a recuperar su calidad de vida.
Como hemos visto, el camino para tratar la epilepsia y las convulsiones va más allá de saber cómo actuar durante la crisis. La preparación, los primeros auxilios para convulsiones, así como la atención postictal adecuada son vitales para garantizar la seguridad y el bienestar de la persona afectada. Al final del día, cada paso que damos cuenta y nuestro objetivo debe ser siempre el mismo: brindar una vida mejor a aquellos que luchan contra la epilepsia.
