¿Sabes qué diferencia existe entre la psicología y la psiquiatría?

diferencias entre psicología y psiquiatría

En una época en la que el cuidado de la salud mental ha tomado tanta importancia, se podría decir que es cada día más inherente conocer las diferencias entre la psicología y la psiquiatría. Durante mucho tiempo, la falta de información y quizás la similitud entre ambas especialidades, nos ha hecho suponer que se encargan de lo mismo, cuando la realidad es que éstas distan mucho una de la otra.

Si bien es cierto, tanto el psicólogo como el psiquiatra se dedican a brindar un diagnóstico y/o tratamiento ante determinados trastornos que afectan la salud mental de un individuo; uno lo hace desde el enfoque social por medio de técnicas para obtener una mejor calidad de vida, mientras que el otro lo realiza desde la parte fisiológica o biológica aplicando conocimientos médicos.

Lo cierto del caso, es que debido a la creciente demanda de profesionales de la salud mental a nivel mundial, nunca está de más tener ciertos aspectos claros en cuanto al profesional más idóneo para tratar un tipo de trastorno relacionado. En este sentido, en esta oportunidad te aclararemos de una vez por todas de dónde nace la confusión entre cada especialidad, así como cuáles son las diferencias básicas entre un psicólogo y un psiquiatra. 

Principales diferencias entre la psicología y la psiquiatría

diferencias entre psicólogo y psiquiatra
La principal diferencia entre la psicología y la psiquiatría, es que una se trata de una ciencia social y la otra de una ciencia de salud. Imagen vía Freepik.es

Como bien mencionamos la psicología y la psiquiatría son dos áreas que con frecuencia suelen ser confundidas o tomadas como igual, puesto que ambas disciplinas se enfocan en el estudio de la mente humana. No obstante, existen notables diferencias entre una y otra, a continuación te especificamos cuáles son:

– Formación profesional y académica

La principal diferencia entre ambas disciplinas y de dónde podríamos decir parten todas las demás, recae en la formación académica. No importa si se trata de un psiquiatra en Lima o en Madrid, en cualquiera de los dos casos estaríamos hablando de un profesional que ha cursado la carrera de medicina, aprobado su residencia y obtenido el título de Médico Interno o Médico General.

Como sabemos, dependiendo del país, sólo esta carrera puede tomar entre 6 y 8 años de estudio, además requiere de un alto nivel de exigencia y preparación. Posteriormente, para ejercer como psiquiatra este deberá cursar una especialización en enfermedades mentales, que por lo general suele durar 4 años más.

Por su parte, un psicólogo en Lima, en Madrid o en cualquier otra ciudad del mundo, por lo general estudia la carrera de psicología por 4 o 5 años, para obtener el Título Profesional de Licenciado. A este punto, aunque ya está capacitado para ejercer en distintas áreas relacionadas con la salud mental, también puede optar por una especialización. Las más conocidas son la psicología educacional, organizacional y la psicología clínica, siendo ésta última la que más suele confundirse con la psiquiatría.

Un psicólogo clínico recibe la formación académica necesaria para abordar trastornos mentales desde la rehabilitación psicológica, aunque está considerada como una ciencia de la salud, todavía tiene ciertas limitaciones en cuanto al enfoque psiquiátrico.

– Una ciencia social vs una ciencia de la salud

Partiendo de la formación académica que se recibe, tenemos claro que un psicólogo estudia una ciencia social, mientras que el psiquiatra se mantiene dentro de las ciencias de la salud. Entonces, otra de las mayores diferencias entre la psicología y la psiquiatría radica en el ámbito de aplicación y las técnicas de tratamiento que emplea. 

La psicología se centra en el diagnóstico y tratamiento de trastornos de la salud mental leves, relacionados con problemas de conducta o personalidad. Esto lo hace mediante el asesoramiento y recomendaciones para lograr la eliminación de malos hábitos, modificación de pensamientos o cambios de conducta. El psicólogo no está facultado para prescribir tratamientos farmacológicos.

El psiquiatra en cambio, entra en escenario ante la ineficacia de un tratamiento psicológico o el agravamiento de una psicopatología. Al ser un profesional sanitario, no sólo tiene la condición de prescribir receta médica, también tiene la cualidad de sugerir distintas alternativas de tratamiento para determinar el origen y dar solución a una enfermedad de salud mental.

– Trastornos que trata cada disciplina

Aún cuando la dentro de la psicología se manejan distintas especialidades, los trastornos de los que se ocupan cada una de ellas por lo general están relacionados con el entorno social, emocional o cultural que cada individuo. Dentro de los más conocidos o frecuentes, podemos nombrar: la ansiedad, el estrés, inicio de depresión, trastornos alimenticios, conductas agresivas o autodestructivas, problemas de lenguaje o aprendizaje en niños, disfunciones o problemas sexuales, entre otros.

En cualquiera de los casos, el abordaje del tratamiento es psicoterapéutico mediante técnicas que contribuyan a un cambio de estilo de vida y de conducta hacia el trastorno.

Ahora bien, comentamos al inicio que el enfoque de la psiquiatría es fisiológico, entonces lo correcto es referirse a los trastornos que trata como enfermedades mentales. Éstas, representan a aquellas cuya gravedad están lejos del manejo que pueda darle un psicólogo, pues requiere de la intervención médica para equilibrar o recuperar la bioquímica cerebral. Algunas de ellas son: la esquizofrenia, la adicción a psicoactivos, depresión clínica, estrés postraumático, psicosis, paranoia, insomnio crónico.

Aunque existen notables diferencias entre la psicología y la psiquiatría, también es una realidad que en muchas ocasiones ambas deben trabajar de la mano. Lo más importante como pacientes e incluso como profesionales, es saber hasta qué punto una disciplina es factible, y cuándo es necesario un abordaje más especializado. Para nadie es un secreto que la salud mental actualmente es un problema de salud pública que se ha visto incrementado y como tal, requiere diagnósticos y tratamientos adecuados a cada necesidad.

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