Uno de los propósitos de año nuevo para algunas personas: es dejar de fumar. La mayoría de las personas está consciente de que fumar cigarrillos es una de las principales causas de muerte precoz y de distintas enfermedades. Causa cáncer, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y enfermedades pulmonares. Pero también es un vicio que puede evitarse. Por este motivo, es el instante de parar si no lo has hecho ya.
La nicotina es una sustancia adictiva y, por ello, se transforma en un hábito difícil de dejar; pero unos sencillos consejos nos ayudarán a que este impedimento sea más digerible. La ciencia demuestra que, con la orientación correcta; es posible arrancar esta rutina tan poco sana y abandonar el hábito de una vez por todas.
(También puedes leer: Infertilidad y menopausia precoz como consecuencia de fumar)
Los métodos más efectivos para cumplir con estos propósitos de año nuevo, dejar de fumar:
Terapia de reemplazo de nicotina: como se dijo anteriormente, la nicotina es adictiva; los fumadores advierten síntomas de abstinencia muy desagradables cuando pretenden dejar de fumar. La terapia de reemplazo de nicotina facilita un bajo nivel de nicotina sin los otros químicos venenosos en el humo del tabaco. Esta sustitución está disponible en forma de: chicles, parches, pulverizadores, inhaladores, pastillas.
Los inhaladores, chicles, pastillas y aerosoles funcionan velozmente, pero sus efectos suelen durar poco tiempo. Esta demostrado que el uso de una combinación de NRT consigue aumentar significativamente las posibilidades de éxito en comparación con el uso de un solo producto.
Vareniclina: Esta medicina para tratar la adicción al tabaco funciona al desencadenar la liberación de dopamina. La dopamina es un mensajero químico controla los centros de recompensa y placer del cerebro. Fumar eleva artificialmente los niveles de esta sustancia química; por lo que cuando los fumadores dejan de fumar experimentan depresión y ansiedad hasta que se recuperan sus niveles naturales de producción de dopamina.
La vareniclina contrarresta los niveles bajos de dopamina y reduce algunos de los síntomas producidos por la abstinencia de la nicotina. Simultáneamente, bloquea los efectos agradables de la nicotina en caso de que la persona recaiga y fume.
Vitaminas B y C: diversos estudios demuestran que los fumadores tienen concentraciones más bajas de vitamina B en circulación y niveles más bajos de vitamina C, en comparación con los no fumadores. Los fumadores frecuentemente citan el estrés como uno de los elementos desencadenantes que acrecientan el deseo de fumar un cigarrillo.
Las vitaminas B son conocidas como las vitaminas “antiestrés” y ayudan a equilibrar el estado de ánimo. Un suplemento con estas vitaminas podría ayudarnos a dejar de fumar.
Este hábito de fumar se activa en respuesta a ciertas señales. Investigaciones han demostrado que la repetición de una acción sencilla en un ambiente determinado hace que esa acción se active en ambientes similares.
Por ejemplo, fumar con el primer café de la mañana. No obstante, se consiguen formar hábitos sanos al repetir acciones saludables de forma consistente en el mismo contexto.