Síndrome de Munchausen, necesidad de atención médica

Síndrome de Munchausen
Síndrome de Munchausen


Uno de los trastornos o conductas que durante más de seis décadas ha dejado confusos a los expertos es el síndrome de Munchausen. La gente que sufre este síndrome se ve en la necesidad de buscar atención médica frecuentemente para enfermedades que no existen o que son inducidas.

Asimismo, puede crear enfermedades o inducir lesiones en otra persona. Por lo general un hijo, con el único propósito de buscar ayuda médica. A pesar de que fue descrita hace más de 60 años, este complejo y raro trastorno sigue siendo muy desconocido.

Los especialistas ni siquiera han conseguido ponerse de acuerdo en si verdaderamente es una enfermedad mental. Para muchos, éste es un comportamiento que presenta patrones que van desde leves hasta severos.

En lo que todos los psiquiatras sí están de acuerdo es en que el síndrome de Munchausen es un fenómeno muy característico. Que nace de una profunda necesidad emocional que la persona tiene de ser cuidada y atendida.

La persona con Munchausen puede pretender que tiene síntomas que no existen en realidad o premeditadamente puede causarse daño o lesiones a sí mismo, como cortaduras o magulladuras o ingiriendo medicamentos o sustancias tóxicas.

Muchos de los pacientes con Síndrome de Munchausen poseen un conocimiento muy amplio de los términos y procedimientos médicos, explican los expertos en medicina familiar y salud.

Así que son capaces de crear explicaciones plausibles para sus afirmaciones”.

La forma como presentan sus síntomas a menudo es tan convincente que es preciso llevar a cabo análisis e investigaciones médicas para descartar un posible trastorno médico subyacente. ¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas más comunes que los pacientes con Munchausen dicen tener son problemas respiratorios, reacciones alérgicas, diarrea, vómito, convulsiones, dolor abdominal y desmayos.

A menudo, acuden a distintos hospitales y clínicas. Y cada vez cuentan la misma historia o una similar, e informan que tienen los mismos síntomas. De esta forma son sometidos a los mismos exámenes una y otra vez.

E inclusive si asisten al mismo hospital regularmente, la precisión de la representación de sus síntomas resulta en que el personal médico no tenga otra alternativa más que volver a realizar los exámenes.

Esta forma del trastorno puede llegar a extremos más peligrosos cuando la persona se provoca daños o lesiones reales en sí mismo, o en su hijo para poder apoyar sus afirmaciones.

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