El melanoma es una forma agresiva de cáncer de piel que se origina en los melanocitos, las células responsables de la producción de melanina (el pigmento que da color a nuestra piel, cabello y ojos). Si bien no es el tipo más común de cáncer de piel, es el más grave debido a su capacidad para propagarse rápidamente a otras partes del cuerpo si no se detecta y trata a tiempo. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cada año se diagnostican más de 287,000 nuevos casos de melanoma en todo el mundo, y aproximadamente 60,000 personas mueren a causa de esta enfermedad.
En este sentido, la detección temprana del melanoma es esencial para aumentar las posibilidades de un tratamiento exitoso y una recuperación completa. Cuando se detecta en sus primeras etapas, el melanoma tiene una tasa de supervivencia a 5 años de alrededor del 99%. Sin embargo, esta tasa disminuye drásticamente a medida que el cáncer progresa y se propaga a otras áreas del cuerpo. Por tanto, que las personas estén familiarizadas con los síntomas y signos de alerta del melanoma es fundamental para su supervivencia.
A lo largo de este artículo, profundizaremos en cómo identificar estos signos, ante qué situaciones debemos ponernos en alerta y la mejor manera de actuar ante la sospecha de un posible melanoma.
Melanoma: ¿Qué es y cuáles son sus causas?
Como comentábamos, el melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina en las células que producen melanina, llamadas melanocitos. Aunque es menos común que otros cánceres de piel, como el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas, es más peligroso debido a su capacidad para propagarse rápidamente a otras partes del cuerpo si no se trata a tiempo.
Los melanomas suelen aparecer como un lunar nuevo o un cambio en un lunar existente. Pueden variar en tamaño, forma o color y, a menudo, presentan características inusuales que los distinguen de los lunares normales.
Aunque sus causas no están del todo claras, con bastante frecuencia van ligadas a una exposición excesiva a la radiación ultravioleta y el uso de camas o lámparas de bronceado. Asimismo, personas con piel clara, cabello rubio o pelirrojo y ojos claros tienen un mayor riesgo de melanoma debido a que tienen menos melanina en su piel, mientras que los factores genéticos heredados suponen alrededor de un 10% de los casos de melanoma.
La detección temprana y el tratamiento del melanoma son cruciales para un pronóstico exitoso. Por ello, es importante realizar autoexámenes regulares de la piel y estar atento a cualquier cambio en lunares o manchas.
Reconocimiento de los síntomas y signos de alerta: cambios en los lunares, el método ABCDE
El método ABCDE es una herramienta útil para recordar los signos clave que podrían indicar un posible melanoma en los lunares. Este método representa cinco características distintas que deben ser evaluadas en cada lunar. Si notas alguno de estos cambios, es importante consultar con un dermatólogo.
A. Asimetría
Los lunares benignos suelen ser simétricos, lo que significa que si trazas una línea imaginaria en el centro, ambos lados tienen un aspecto similar. Si un lunar es asimétrico, es decir, que un lado no se parece al otro, podría ser una señal de melanoma.
B. Bordes
Los lunares normales suelen tener bordes lisos y bien definidos. En cambio, un melanoma puede presentar bordes irregulares, dentados o borrosos, lo que puede ser motivo de preocupación.
C. Color
Un lunar sano suele tener un color uniforme. Si un lunar tiene varios colores, como tonos de marrón, negro, azul, rojo o blanco, esto podría ser una señal de melanoma. Es importante prestar atención a cualquier cambio de color en un lunar existente.
D. Diámetro
Los lunares benignos suelen ser pequeños y no superan los 6 milímetros de diámetro (aproximadamente el tamaño de un borrador de lápiz). Si un lunar es más grande o está creciendo en tamaño, podría ser una señal de melanoma.
E. Evolución
Los cambios en la apariencia de un lunar a lo largo del tiempo pueden ser una señal de melanoma. Si un lunar cambia en tamaño, forma, color, elevación, o comienza a presentar síntomas como picazón, sangrado o formación de costras, es importante consultar con un dermatólogo.
Otros síntomas y signos de alerta del melanoma
Además del método ABCDE, hay otros síntomas y signos de alerta que pueden indicar la presencia de un melanoma. Estos incluyen:
- Nuevos lunares: aunque es normal desarrollar nuevos lunares a lo largo de la vida, es importante estar atento su aparición, especialmente después de la edad adulta. Si aparece un nuevo lunar o una mancha inusual en la piel, es esencial que lo evalúe un dermatólogo.
- Cambios en la piel circundante: si se observan cambios en la piel alrededor de un lunar, como enrojecimiento, inflamación, descamación o formación de nuevas manchas pigmentadas, esto podría ser una señal de alerta de melanoma.
- Sensaciones: la picazón, el ardor o el dolor en un lunar pueden ser signos de melanoma. Si se experimentan estas sensaciones en un lunar, es importante asistir a consulta con un dermatólogo.
- Sangrado o ulceración: si un lunar comienza a sangrar o presenta una úlcera o costra que no cicatriza, esto puede ser un signo de melanoma.
- Lunares atípicos: los lunares que no se ajustan a las características típicas de un lunar benigno, como aquellos que tienen una forma irregular o un patrón de coloración inusual, deben ser evaluados por un dermatólogo. También aquellos que se tornan más elevado o cambian su textura.
En caso de observar alguno de estos síntomas o signos de alerta, es crucial acudir a un dermatólogo para una evaluación completa de la piel. La detección temprana del melanoma es fundamental para aumentar las posibilidades de un tratamiento exitoso y prevenir la propagación del cáncer a otras partes del cuerpo.
Medidas para la prevención del melanoma
La prevención del melanoma es esencial, ya que es uno de los tipos de cáncer de piel más agresivos y peligrosos. Y aunque no todos los casos de melanoma se pueden prevenir, hay medidas que puedes tomar para reducir significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Algunas de las estrategias de prevención incluyen:
- Protección solar: la exposición prolongada y sin protección a los rayos ultravioleta (UV) del sol es uno de los principales factores de riesgo para el melanoma. Usa protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 y vuelve a aplicarlo cada dos horas, especialmente durante los momentos de mayor intensidad solar.
- Vestimenta adecuada: inclínate por ropa de manga larga, pantalones largos y sombreros de ala ancha para proteger tu piel de la exposición directa al sol. Busca prendas con protección UV incorporada para una mayor protección.
- Evita las horas pico de radiación solar: La radiación UV es más intensa entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, alcanzando el sol su punto más alto en las horas del mediodía. Apóyate en las sombras, sombrillas, sombreros, pero de ser posible, evita la exposición directa al sol durante estas horas.
- Usa gafas de sol: protege tus ojos de la radiación UV utilizando gafas de sol con protección UV total. Esto también ayuda a proteger la piel alrededor de tus ojos, que es especialmente susceptible al melanoma.
- No utilices camas de bronceado: pues emiten radiación UV que puede aumentar el riesgo de melanoma y otros tipos de cáncer de piel. Evita su uso y opta por alternativas de bronceado sin sol, como lociones autobronceadoras.
- Realiza autoexámenes de la piel: inspecciona tu piel de manera regular para detectar cambios en lunares o manchas, utilizando el método ABCDE.
- Consulta a un dermatólogo: si tienes antecedentes familiares de melanoma o factores de riesgo adicionales, como piel clara o numerosos lunares atípicos, considera programar revisiones regulares con un dermatólogo para monitorear tu piel.
Ten en cuenta que si bien el melanoma se desarrolla con mayor frecuencia en áreas de la piel expuestas al sol, también puede aparecer en otras menos expuestas, como la planta de los pies, las uñas y las membranas mucosas. De allí, la importancia de realizar autoexámenes regulares de la piel y consultar a un médico ante cualquier cambio sospechoso en lunares o manchas para prevenir y detectar tempranamente el melanoma.
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