Las situaciones de riesgos en los niños son necesarias para su desarrollo ya que sin riesgo, no hay aprendizaje. Reino Unido, Suecia, Australia y Canadá son algunos países que llevan trabajando años en esa dirección. Estos se basan principalmente en que la asunción de riesgos es algo positivo y saludable en el desarrollo de los niños.
España en este sentido le falta un largo camino por recorrer, sobretodo en las zonas urbanas. Sus entornos son muy controlados y asépticos los cuales impiden que los niños tengan donde experimentar riesgos saludables.
Según la psicóloga Heike Freire los niños deben practicar capacidades sin la dirección y presencia de adultos. Algunas de estas capacidades serían la autonomía, la competencia y la relación con sus iguales. Es muy difícil ponerlas en práctica de un solo golpe a los 18 años, incluso más tarde.
Hay un hecho particular que nos cuesta socialmente diferenciar entre riesgo y peligros. No se puede comparar a un niño que suba por sí mismo a un tronco que corra por el filo de un acantilado. Freire asegura que aprender a medir los riesgos es importante para el desarrollo de las capacidades. Sin riesgo no hay aprendizaje. Freire también es filósofa, experta en infancia, naturaleza e innovación educativa.
La misma posición la tomó Penny Ritscher, maestra y pedagoga estadounidense. Ella plantea que precisamente la ausencia de riesgos es lo que causa que los niños acaben haciéndose más daño.
Situaciones de riesgos en los niños. Parques infantiles en las zonas urbanas
Según Clara Pons quien es divulgadora del juego libre en la naturaleza; indica que en las zonas urbanas es muy difícil poder encontrar naturaleza. Por esta causa es importante que los parques tengan algunos materiales naturales en el pavimento y que haya vegetación. El contacto con la naturaleza beneficia la salud de los niños y les aporta un clima más relajado. Los parques con pavimento de caucho solo anulan los juegos creativos y variados.
