Solo y a flote. Lo que muchos temen y evitan, puede ser lo que te hace falta

Solo y a flote
Solo y a flote

Solo y a flote. Las personas deben aprender a estar solas, pero no aisladas. Desde pequeños nos han enseñado que no es bueno estar solos. No hay nada como una buena compañía. Una comida familiar, un dominó con los amigos o una cena intima con alguna mujer o hombre, son sólo algunos placeres que cualquiera puede palpar fácilmente.

Pero por más placentera que sea la compañía, llega el momento en el que cualquier persona necesita estar sola, aunque sea por unos instantes. Hay que aprender a ir a una cafetería, leer unas novelas. Si alguien desea acompañarte, puede ser bienvenido.

Hacer algunas cosas solo, también es una forma de vivir
Hacer algunas cosas solo, también es una forma de vivir

En ocasiones hay que hacer planes solos, y estos hábitos les parecen muy extraños a algunas personas. Quienes no coinciden cómo alguien puede sentarse en un cine solo. Y es precisamente eso, salir de la rutina. No tener que discutir con nadie que película ver. De hacer lo que quiera cuando quiera.

Otro buen ejemplo de estar solo y a flote, para poder encontrar poder en la soledad. Estas son las filosofías orientales.

En la gran mayoría de ellas, como el budismo, es de vital importancia dedicarle tiempo a la meditación, la cual, tienes que hacer tú solo. En otras palabras, necesitas unos minutos al día encerrado contigo mismo.

Aunque hay personas que no están interesadas en llevar un régimen tan estricto como el de los budistas, tampoco discuten que su estilo de vida es lo que les hace experimentar esa paz interior que los distingue.

Lo importante es buscar lo que mucha gente quiere, vivir una vida distinta. Salir a pasear y disfrutar del paisaje. Siempre hay una magia particular. Y en estos viajes, siempre conocemos gente nueva, amables. Que buscan lo mismo, y esto hace que la vida sea mucho más tranquila.

Hay que enseñar a las nuevas generaciones el valor de la soledad, ya que, al fin y al cabo, todos nos toparemos de frente con ella. Sólo no hay que tenerle miedo y llevarnos lo mejor que se pueda con ella.