La terapia cognitiva conductual es un método que fue desarrollado para prevenir recaídas en el tratamiento de problemas de alcohol. Con el tiempo fue adaptada para adictos a la cocaína. Su estrategia consiste en la teoría de los procesos de aprendizajes. Los mismos representan un papel crucial en el desarrollo de patrones de conductas inadaptadas.
Con estas estrategias los pacientes aprenden a identificar y corregir conductas problemáticas. ¿Cómo se logra esto? Mediante la aplicación de varias destrezas que sabiéndolas usar podría interrumpir el abuso de drogas. Incluso puede ayudar a abordar muchos otros problemas que generalmente se presentan simultáneamente.
La terapia cognitiva conductual, ¿En qué consiste su técnica?
No es más que una serie de estrategias que fueron hechas para mejorar el autocontrol. Las técnicas específicas incluyen:
- Exploración de las consecuencias positivas y negativas del uso continuado.
- Auto-monitoreo de manera de poder reconocer la compulsión por las drogas en una etapa temprana. También nos ayuda a identificar situaciones de alto riesgo para el uso.
- Elaboración de estrategias para afrontar y evitar situaciones de alto riesgo y el deseo de usar drogas.
Lo destacado de este tratamiento es que permite anticipar posibles problemas ayudando a los pacientes a desarrollar estrategias de afrontamiento eficaces.
Según las investigaciones las destrezas que aprenden los pacientes a través de la conducta cognitiva continúa después del tratamiento. En varios estudios la mayoría de las personas que recibieron el tratamiento conservaron sus logros durante el año siguiente.
En la actualidad la investigación se concentra en la manera de producir efectos rotundos. Esto se logra a través de la combinación de la terapia cognitiva conductual y medicamentos para el abuso de drogas. También ayuda otros tipos de terapia conductuales. Para una mejorarla los investigadores evalúan a los proveedores de tratamientos en su capacitación.
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