Reconoce tu tipo de cuerpo según estas especificaciones

Tipo de cuerpo, reconoce el tuyo
Tipo de cuerpo, reconoce el tuyo

William Sheldon encabezo una investigación para clasificar el tipo de cuerpo de los seres humanos, basándose en su composición muscular y en su nivel de grasa. Esta investigación se llevo a cabo en la década de los treinta en la Universidad de Harvard.

El equipo médico llegó a la conclusión de que toda la humanidad se divide en tres biotipos diferentes y que, dependiendo de las proporciones, se clasifican en endomorfo, ectomorfo y mesomorfo.

Los genes regulan el metabolismo, y la rapidez con la que tu cuerpo decide gastar su energía para mantener el músculo, el nivel de grasa y el funcionamiento en general de los órganos (desde los latidos del corazón hasta la actividad del cerebro), y según a qué biotipo pertenezcas, tu metabolismo será más rápido o lento.

Tipo de cuerpo: endomorfo, ectomorfo y mesoformo

Endomorfo: cualquier exceso de carbohidratos o de grasas tiende a quedarse en tu piel y músculos. Pero también, sin mucho esfuerzo se puede lograr un crecimiento muscular, ese es el fuerte de este tipo de cuerpo. Para bajar de peso y tornear el cuerpo se debe estructurar muy bien las dietas y el tipo de ejercicios para perder el exceso de grasa, pero manteniendo la musculatura.

Se debe dar prioridad a los ejercicios aeróbicos sobre el anaeróbico en una combinación (dependiendo del grado de sobrepeso). En cuanto a la alimentación, es indispensable que se reduzca el nivel calórico de las grasas, sobre todo las saturadas y los carbohidratos simples. Equilibrio es la clave.

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Ejercicios para cada tipo de cuerpo
Ejercicios para cada tipo de cuerpo

Ectomorfo: tienes un privilegio: no debes preocuparte por la dieta. Tu metabolismo es tan acelerado que en cuanto engulles un bocado, tu organismo ya lo está consumiendo. Tu nivel de grasa es mínimo. Si bien careces de esas llantitas, debes tener cuidado porque tu masa muscular también es mínima. Así que si te ves en el espejo la estructura ósea será lo que mas resaltará.

Tu necesidad de energía es tan inexorable que buscará de cualquier parte de tu cuerpo el combustible necesario para mantenerse. Y no importa si es grasa o músculo. Eleva el consumo de proteínas (productos lácteos, carne, pescado, huevos, leguminosas, semilla y cereales), ya que de ahí saldrán los aminoácidos que construirán los músculos.

Tu rutina de ejercicios debe privilegiar aquello que signifique forzar el músculo. Realiza rutinas con aparatos de pesas en forma intensa y ejercicios aeróbicos.

Mesoformo: si perteneces a este selecto grupo, no tienes mayores problemas de sobrepeso u de falta de músculo. Eres el punto de equilibrio entre aquellos que cuanto consumen lo acumulan en grasa o los flacos eternos. Tu metabolismo está regulado de tal manera que se aprovecha de todo lo que comes.

No necesitas de grandes sacrificios o esfuerzo para tener un cuerpo que puede presumirse en la playa. Pero si te duermes en los laureles y decides darle la espalda a una dieta balanceada a o a una actividad cotidiana de ejercicios, no sólo tu cuerpo sufrirá las consecuencias, sino que estás negando la posibilidad a tus células (desde las que conforman el corazón, pasando por el hígado, neuronas).

Tu alimentación realízala con base en proteínas y carbohidratos complejos, y en tu sesión de ejercicios. Equilibrando los ejercicios anaeróbicos con los aeróbicos.