¿Cómo identificas si eres una persona asertiva?
La asertividad se define como la capacidad de expresar lo que piensas, sientes y quieres, así como de rechazar lo que no deseas de una forma firme pero respetuosa.
Comunicarse y actuar buscando siempre el equilibrio entre la agresividad y la pasividad es lo que busca la asertividad. Tener asertividad te permite expresarte con firmeza y delicadeza.
El término asertividad viene del latín asserere, que significa afirmar. Cuando te preguntas qué es lo que quieres realmente, puede aclararse y reafirmarse lo que deseas y actuar en consecuencia.
Se debe aclarar que ser asertivo no es sinónimo de que siempre todo tendrá que cumplirse a tu voluntad, ya que el respeto te lleva a negociar y a conciliar.
Una persona asertiva.
Una persona asertiva tiene la capacidad de respetar su opinión pero también el punto de vista de otros. Entiende y tolera que aunque el otro no piense igual también se le respeta y tiene su punto. Una persona que vocifera y frita a otro para imponerse, sin escuchar es sin duda alguna una persona nada asertiva.
Si te reconoces como alguien que frecuentemente desea imponer su voluntad, seguramente es algo que afecta tus relaciones. Por el contrario andar por la vida sometiéndote a la voluntad de otros, por complacer, aunque no represente tu bienestar, se puede terminar frustrado y viviendo una vida que no deseas.
“Es hora de ser asertivo, pide lo que deseas, has lo que deseas, respetando al otro”
Practicar la asertividad es una habilidad con grandes satisfacciones. Te lleva a buscar el equilibrio entre el “yo” y el “otro”, entre dar y recibir, expresar y callar, firmeza y suavidad, aceptar y no aceptar, entre decir si y decir no. La base de donde partir es con la firme convicción de que eres importante, y los demás también. Y ambas se deben respetar.
Ser asertivo trae como ventaja no recargarse con responsabilidades que no corresponden, al saber rechazar peticiones educadamente. Es por ello que el ser asertivo es una capacidad cada vez más valorada, en especial en el ámbito laboral.
Desde pequeños estamos acostumbrados o programados a complacer a otros por ser aceptados, recibir cariño y respeto. Cuando se siente culpa de decir no, es cuando se dificulta ser asertivo.
Una persona asertiva habla desde la confianza en sí misma. Sabe que tiene valor, aunque sus ideas sean rechazadas. Al reforzar tu seguridad y confianza en ti mismo, así como el respeto hacia ti y hacia los demás, aumenta tu capacidad de ser asertivo.
