La vitamina del Ácido Fólico es un suplemento alimenticio, que ayuda a prevenir los ataques cardíacos. Así que es importante considerar agregarlo en nuestra dieta.
¿Qué es el ácido fólico? Es una vitamina que se encuentra en vegetales verdes frondosos. Tales como la espinaca, frutas cítricas, frijoles, hígado y la mayoría de los cereales para el desayuno. El jugo de naranja lo tiene en altas cantidades.
El beneficio de esta vitamina esta en que reduce los niveles corporales de homocisteína, un aminoácido de alimentos ricos en proteínas que contribuye a los ataques cardiacos. Y puede combinarse con colesterol LDL para formar placa en las paredes arteriales.
Estudios afirman la eficacia de la vitamina del ácido fólico.
En un estudio realizado en la Universidad de Winconsin, doscientas cincuenta personas bebieron quinientos setenta y cinco mililitros de jugo de naranja (Conteniendo ciento cincuenta microgramos de ácido fólico) diariamente y sus niveles de homocisteína disminuyeron en un once por ciento después de un mes.
¿Cómo funciona? El ácido fólico convierte la homocisteína en metionina, un aminoácido menos dañino.
La dosis recomendada. Si tomas tres vasos de jugo de naranja diariamente obtendrás la mitad de la dosis diaria de de ácido fólico. La otra mitad la adquieres incorporando en tu régimen alimenticio tanto frutas como vegetales, y cereal fortificado.
Además, el ácido fólico es excelente también para prevenir el cáncer de colon. Estudios han demostrado, que esta vitamina disminuye significativamente el riesgo de los hombres a padecer esta enfermedad hasta en un sesenta por ciento.
En algunos países, se le da mucha importancia al ácido fólico en las funciones corporales, por ello muchos de los alimentos que se producen industrialmente están siendo enriquecidos con esta vitamina, con la finalidad de garantizar un mejor consumo en la población.
Cuando se manipula en exceso los alimentos, podemos llegar a perder más de la mitad ácido fólico natural que estos poseen. Igualmente, cuando cocinamos por horas prolongadas con abundante agua, el recalentamiento de las comidas y dejar los alimentos en temperatura ambiente.
Se recomienda comer los alimentos crudos (aquellos que los permitan), cocinar por breves momentos (vapor) y guardarlos en la nevera.