Cuando se es constantemente agradecido y difundes tus bendiciones, sin arrogancia, tus pensamientos serán de paz y tranquilidad; por ende te sentirás de esa manera; y al estar en este estado te permitirá percibir más experiencias por las cuales agradecer.
Vivir sumido en estrés, preocupaciones asociadas al pasado o la ansiedad del futuro, sacan tu mente del aquí y del ahora; no dejándote percibir los pequeños detalles por los cuales agradecer.
Vivir en gratitud es el resultado de elegir un nuevo modo de ver la vida.
Estar agradecido te mantiene en el presente, te centra en el aquí y ahora; te libera de pensamientos opresivos. Cambias tu actitud, y siendo optimista puedes sanar las heridas de tu corazón y disfrutar del día a día.
El enfoque que decidas tener, es el que te permitirá reconocer que tu felicidad proviene de tu interior más que de las situaciones externas; deja de enfocarte en la escasez, la tristeza o la imperfección; enfócate en las bendiciones que posees, en las abundancias, aunque sean pequeñas, seguramente tienes más que muchos.
Vivir en gratitud: Ejercicios para cultivar esta cualidad.
- Ve en las demás personas la luz del amor.
- Haz que tus palabras sanen en lugar de herir.
- Considera con amor y gratitud a todas las personas de tu vida (sobre todo aquellas con quienes has tenido dificultades en el pasado o las tienes ahora).
- En todas partes y con todas las personas, sé un canal espontáneo de luz y amor.
- Encarna la paz que te gustaría ver en el mundo.
De esta manera, entre más te conectas contigo mismo; más y más motivos encuentras por los cuales estar realmente agradecido.
Vivir agradecido es vivir de adentro hacia afuera.