El insomnio es el trastorno de sueño más frecuente en la población general. Consiste en la incapacidad que presenta una persona para dormir. Existe dos tipos de insomnio: el de inicio y el de mantenimiento. El primero se refiere a cuando tenemos problemas para iniciar el sueño en menos de media hora. El segundo por su parte es cuando no podemos completar nuestro tiempo debido de sueño causando que nos despertemos una o más veces durante la noche.
Causas del insomnio
- Enfermedades psiquiátricas como ansiedad y depresión.
- Padecer enfermedades digestivas, reumáticas respiratorias y cardiovasculares.
- El consumo de cafeína y/o alcohol antes de irse a la cama.
- Dormir siestas durante el día ya que nos causan la sensación de energía que no nos permite dormir en la noche.
- Horarios irregulares de acostarse y levantarse.
- Situaciones estresantes.
- Estar expuestos a ruidos ambientales.
Consecuencias
- Sensación de cansancio o falta de energía durante el día lo que afecta de forma significativa nuestro desempeño.
- Puede causar deterioro en nuestro sistema neuro-cognitivo como pérdida de memoria, trastornos de atención y aprendizaje.
- El insomnio también genera alteraciones en el carácter de quien lo padece. La persona suele presentar cambios de humor, irritabilidad, alteraciones de la memoria.
- También puede generar en ocasiones dolores de cabezas constantes.
Recomendaciones para combatirlo
- Tener una rutina para la hora de dormir y tratar de mantenerla siempre que sea posible.
- El espacio del cuarto y la cama no usarlo para trabajar o estar todo el día en ella. De esta forma nuestra mente se hace la idea de que es un espacio para dormir.
- No ver televisión o usar muchos aparatos electrónicos antes de dormir. Tratar de dejar al menos media hora libre de tecnología previo a la hora que designamos para irnos a la cama.
- No consumir sustancias como café, nicotina o alcohol. En su lugar sustituirlas por infusiones relajantes como la manzanilla o el tilo.
