Un abrazo es un gesto muy exquisito no solamente para quien lo da, también para quien lo recibe. Esa sensación de calidez, unión y afecto que se establece con la otra persona es muy especial y nos hace sentir reconfortados.
La meditación por otra parte es una de las técnicas más positivas para reducir el estrés. Esas sensaciones de adrenalina que en cantidad elevada y constante puede crear resultados graves en la salud.
Cuántas veces ha pasado que, al estar tristes o deprimidos, recibimos un abrazo y como por arte de magia nuestro estado anímico cambia para bien.
Estas emociones positivas que trae el dar o recibir un abrazo. Ha motivado a especialistas a efectuar estudios en relación con estos beneficios. Inclusive se han ejecutado iniciativas en diferentes partes del mundo en las que personas regalan abrazos por las calles.
Abrazo y meditación
Especialistas han señalado que al juntarse dos cuerpos en un abrazo sobreviene un intercambio energético que los conecta. Y contribuye en el proceso de sanación y transformación que los sostiene y favorece. La meditación es un proceso de conexión interna que permite estar consciente del momento presente y relajarse.
Ejercicios han demostrado que abrazar a una persona por diez segundos puede acarrear reacciones bioquímicas y fisiológicas. En el cuerpo que logran optimizar significativamente la salud.
La meditación con abrazos y la unión dos personas. Inician una interacción recíproca que hace progresar más la energía que tienen cada uno. Este movimiento energético desintoxica física, mental y emocionalmente al cuerpo. Permitiendo desviar la tensión crónica, patrones de pensamientos perjudiciales, sentimientos sin procesar como miedo, enojo y angustia.
Un abrazo aumenta la producción de Oxitocina en el cuerpo y esta hormona del amor (como se le es llamada), ayuda en la disminución del estrés y la ansiedad. Además, reconstruye la confianza y el amor por uno mismo.