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Acupuntura para mascotas

Acupuntura para mascotas
Acupuntura para mascotas

¿Te sorprende? Pues así es, acupuntura para mascotas. Esta terapia es útil para tratar dolores crónicos y agudos; y enfermedades metabólicas e inmunológicas en animales domésticos, y no genera ningún tipo de efecto colateral.

La acupuntura para mascotas se practica desde hace más de 2500 años. En la antigua China, utilizaban esta terapia de forma preventiva para mejorar la calidad; y resistencia de los caballos que utilizaban para trabajar o pelear.

Según la filosofía china antigua, la enfermedad es el resultado de un desequilibrio de la energía del cuerpo. Por tanto, la función de la acupuntura consiste en restablecer el equilibrio de la energía, ayudando a que el cuerpo se cure de la enfermedad que padece.

Entre otras aplicaciones, la acupuntura se aconseja en perros que se presentan a competencias deportivas; ya que previene lesiones musculares y óseas frecuentes en estos exigentes eventos.

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Que métodos utiliza la acupuntura para mascotas

La acupuntura veterinaria puede utilizar, de acuerdo con el problema que tenga el animal distintos procedimientos para arle más o menos intensidad al tratamiento. En este sentido, se pueden emplear las clásicas agujas sólidas para la estimulación de los puntos energéticos; o utilizar técnicas más complejas como electroestimulación, moxibustión (estimulación de la energía a través del calor) y masajes.

La acupuntura para mascotas se practica desde hace más de 2500 años. En la antigua China
La acupuntura para mascotas se practica desde hace más de 2500 años. En la antigua China

La acupuntura para mascotas está recomendada para tratar problemas funcionales, inflamaciones de las articulaciones; o los músculos que tienen origen infeccioso, o distintos tipos de dolor.

Al igual que en las personas, el tiempo depende del estado del paciente y del método que el especialista utilice. Sin embargo, puede afirmarse que la estimulación de un punto de acupuntura nunca es menor de 10 segundos, ni mayor de 30 minutos.

En cuanto a la cantidad de sesiones, en general se requieren de una a tres semanales, durante uno o dos meses; y se puede observar una evolución después de la segunda o la tercera sesión.