La homeopatía y sus alternativas para tratar los síntomas y causas de la hipertensión. La homeopatía afirma que dentro del organismo existe una energía sutil que responde a pequeñas estimulaciones del remedio; seleccionado según características personales, y le permite a la persona curarse sola. Es decir, ayuda al sistema inmunológico para que se ayude a sí mismo.
Para tratar la hipertensión, las alternativas que ofrece la homeopatía es buscar los síntomas raros que definen la historia del sufrimiento de la persona: es por eso por lo que lo importante es conocerla. Un medicamento que se utilice para estandarizar la hipertensión puede mejorar el aspecto físico de la enfermedad; pero no va a producir un cambio interno en la persona, que es lo que hay que modificar.
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En este sentido las alternativas de la homeopatía:
Produce un cambio en la vida del paciente, evitando el estrés, el exceso de actividad y las fuertes alteraciones emotivas.
Regula la presión arterial, modificando los malos hábitos.
Provoca una reducción de las dosis de medicamentos para el control de la hipertensión arterial. Primero, el consumo se reduce lentamente, luego puede llegar a no ser necesario.
Para tratar este problema, la homeopatía tiene en cuenta los síntomas físicos; las características de la personalidad del individuo y su historia. Pero como no todas las personas tienen un mismo modo de sufrimiento (por los problemas preocupaciones, etc); el tratamiento depende de estas características.
Con respecto a la duración, si la hipertensión se debe a un alto nivel de estrés; el tratamiento puede durar aproximadamente un mes y medio. Pero si el problema es producto de una enfermedad crónica del corazón, puede llegar a durar un año.
Entre los remedios homeopáticos, los especialistas aconsejar, sulfur, nux vómica, aurum, lachesis, lycopodium o plumbum; y lo más común es administración de glóbulos, dos veces por día, por la mañana y por la noche.
